En el día de ayer, lunes 26 de marzo, la gestión de nuestra facultad decidió posponer, por falta de quórum, la sesión de la Comisión de Extensión del Consejo Directivo prevista. Sin embargo, pese a posponer el tratamiento del tema becas de apuntes, sacaron un comunicado en el que intentan aclarar su decisión unilateral de contratar una trabajadora social. Este comunicado más que aclarar, oscurece.
Bienvenidas sean las explicaciones sobre las funciones pensadas para la trabajadora social, aunque quizás llegan un poco tarde… Los argumentos esgrimidos por la gestión giran en torno a la necesidad de reformar el sistema de becas, preocupándose por la “igualdad de oportunidades” y por la mejor redistribución del monto designado a las mismas. Si es esa realmente su intención y si la información arrojada por el estudio de la trabajadora social no influirá en la aprobación de las solicitudes, entonces no entendemos por qué la decisión de contratarla es ahora y no una vez asignadas las becas. Otra vez nos encontramos discutiendo por canales “extraoficiales” y no pautados los existentes como el consejo directivo o la comisión de extensión del mismo.
No contentos con esto, el comunicado se extiende mucho más vanagloriándose del hecho de que esta “ayuda económica” no existe en otras facultades y que la partida presupuestaria sale de los recursos propios generados por la facultad por no estar previsto en el presupuesto que la UBA le asigna a Filo. Nosotros creemos que el acceso a la Universidad, así como la permanencia en la misma, debe ser responsabilidad ineludible del Estado. Por lo que si la UBA no asigna el presupuesto correspondiente a las becas la solución debería ser exigir un aumento presupuestario y no administrar la miseria y parchar la situación con los recursos que la misma facultad genera, haciendo de esto lar razón para no acompañar las votaciones en relación a los recursos propios.
En el Comunicado, lejos de tenerse en cuenta el principal problema que atraviesa actualmente el sistema de becas de apuntes, directamente no lo menciona. Por eso, aclaramos por enésima vez que el presupuesto destinado por la facultad a las becas de apuntes sigue siendo insuficiente: los incrementos del monto para becas no han acompañado los aumentos inflacionarios por lo que el CEFyL se ha visto en la obligación de cubrir alrededor del 50% del monto final para que todos podamos acceder a nuestros apuntes. De esta manera somos todos los y las que estudiamos en filo quienes sostenemos este sistema actual de beca.
Quizás sea necesaria una rediscusión sobre el destino del monto de becas de apuntes o su distribución entre quienes la solicitan y quizás no. Es una discusión que debemos darnos como comunidad académica mediante las instancias que creamos necesarias y no mediante comunicados y decisiones unilaterales. Si de “igualdad de oportunidades” y de “mejora en la redistribución” se trata, entonces la discusión va mucho más allá de las becas de apuntes y abarca al conjunto del modelo universitario hoy vigente. Los estudiantes no queremos tener que presentar una “credencial de pobreza” ni “mendigar” algo que debería ser nuestro por derecho.
Por todo esto es que desde La Juntada – Conducción del CEFyL exigimos un aumento del 60% del monto total de becas a fin de que la facultad se haga cargo de la totalidad de las becas, un mayor control por parte de los estudiantes sobre las becas solicitadas con el fin de participar, como gremio, en las decisiones sobre la asignación de las mismas.Asimismo, nos oponemos a la definición arbitraria de contratar una trabajadora social al momento de la inscripción. Reclamamos una discusión seria entre toda la comunidad académica de Filo sobre esta cuestión y que se reúna de inmediato la Comisión de Extensión del Consejo Directivo a fin de dar tratamiento a las propuestas estudiantil.
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