domingo, 18 de mayo de 2014

Cuando todo parece jodido es cuando hay que poner


Hace un par de días la actual conducción del CEFyL, “Izquierda al Frente” (PO, PTS, MAS, Viraje, Revire, Prisma) hizo circular un comunicado (“Por qué hay tantos problemas en los espacios del CEFyL”) que intenta hacer un balance sobre el estado de los espacios de nuestro Centro de Estudiantes -Publicaciones y Comedor-. Desde La Juntada nos pareció importante poder difundir nuestra opinión sobre varios puntos ahí expresados con el objetivo, como siempre, de enriquecer y profundizar el debate. Estamos convencidos de que esta discusión no se termina en los locales de fotocopias y el bar, sino que abarca mucho más y hace al modelo mismo de Centro de Estudiantes que queremos construir. Dicho de otra manera, creemos que cuando discutimos estas cosas no estamos intercambiando opiniones solamente sobre la calidad de los apuntes y el precio de las medialunas, sino que son debates que deben encararse desde un punto de vista más amplio, apostando a enmarcarlos en la discusión acerca de qué tipo de Centro de Estudiantes queremos y defendemos.


LA CULPA NO ES DEL CHANCHO


En ese sentido, lo primero que nos llama la atención es lo acotado de la declaración (no por la extensión, eso hay de sobra) sino por los temas que trata. En síntesis, el comunicado de la actual conducción del CEFyL hace una descripción sobre el mal funcionamiento de los locales de apuntes y explica las razones por las que el Menú Estudiantil ya no existe más. Es decir, admite una situación que ya era vox populi en los pasillos de Filo, y sobre la que el Partido Obrero como conducción del Centro todavía no se había expedido.


Las explicaciones que dan a esta situación -porque el tono del comunicado es todo entre descargo y acusación- son básicamente dos: el ajuste del gobierno nacional por un lado, y la anterior conducción por otro. Salta a la vista un primer elemento entonces: la ausencia de autocrítica. Ya lo dijimos en varios otros comunicados, pero no nos parece de más repetirlo acá: que una organización política no sea capaz de hacer, aunque sea de vez en cuando, una autocrítica, nos parece un problemon. Nadie niega la situación que afrontamos los estudiantes con un recrudecimiento de las políticas del gobierno y con un panorama oscuro por la ofensiva del nuevo rectorado; pero justamente por eso la discusión no puede limitarse a una descripción del “estado de cosas” sino que debe redoblarse el esfuerzo por pensar propuestas, inciativas y politicas para afrontar esta realidad. Esto implica saber reconocer errores propios para poder mejorar, escuchar a los compañeros y, sobre todo, hacerse cargo de la parte que a cada uno le toca para poder solucionar los problemas. Sin asumir responsabilidades como en este comunicado, todo es muy fácil: “todo anda muy mal, pero la culpa no es mía, sino de los otros”.


QUIEN NO AVANZA, RETROCEDE


La contracara de esta ausencia total de autocrítica y balance de lo actuado en todo este tiempo de conducción es la falta de propuestas. Y esto la verdad que no sorprende… si uno piensa que la culpa es de otros y que no hizo nada mal, entonces ¿para qué proponer algo en pos de cambiar? No, no, lo que se necesita para que la cosa mejore es que el país salga de la crisis económica, que el kirchnerismo deje de lado las políticas de ajuste, o retroceder en el tiempo y hacer que la anterior conducción haga las cosas a la manera del Partido Obrero (sin Pedidos Online, sin Menú estudiantil,etc.).


No estamos diciendo que sea fácil ni nada por el estilo. No es nuestra intención desmerecer el trabajo que requiere mantener esos espacios. Por el contrario, sabemos perfectamente que sostener los locales de Publicaciones y el Comedor y hacer que funcionen todos los días es una tarea enorme. Pero nos parece que con comunicados acusatorios y descripciones eternas de lo mal que está todo no vamos a ningún lado. Mantener esos espacios gestionados por los estudiantes es una definición política: no dejarlos en manos de la gestión o el rectorado, también. Como bien dice el comunicado de los compañeros, recuperar la gestión de esos espacios fue una victoria producto de la lucha contra la Franja Morada a fines de los ‘90 y primeros años del 2000. Y justamente por eso creemos que defenderlos y hacerlos funcionar es una responsabilidad política ineludible para las agrupaciones que estamos de este lado de la vereda. Los locales no funcionan solos, no tiran superávit todos los meses, ni los docentes se agolpan por dejar sus materiales ahí. Si se mantienen no es porque sean una mina de oro sino por el trabajo y la dedicación que los estudiantes les ponemos encima. Los “límites materiales” que mencionan en el comunicado obviamente son reales, pero pensamos que sí hay forma de combatirlos: trabajo, voluntad y organización.


HACER LA DIFERENCIA EMPEZANDO POR CASA


Desde La Juntada estamos convencidos de que poder administrar correctamente los espacios del Centro, hacerlos funcionar bien y romperse la cabeza todos los días pensando cómo se pueden mejorar es parte fundamental del fortalecimiento de nuestra herramienta gremial. Un Centro de Estudiantes es movilización, asambleas, comisiones y espacios de debate pero también es fotocopias al costo y comedor lo más barato posible. Creemos que por ahí también se hace la diferencia. Y esa diferencia no se hace sólo por el papel y el café, sino que es otra arista desde donde encarar la batalla por las condiciones de acceso y permanencia en la Facultad.


Contar con un Comedor Estudiantil que tenga un Menú del Día como teníamos antes no es sólo un dato de color. Además de hacer la diferencia para un montón de gente (salían 100 platos, comer por $6 es casi un chiste!), a través de esa iniciativa logramos que la necesidad de un Comedor Universitario vuelva a estar en boca de todos, incluso de la gestión, que tuvo que admitir que era una necesidad y comprometerse a trabajar en pos de solucionarlo. Que la actual conducción decida abandonar esa iniciativa es para nosotros un retroceso: de haber logrado plantarnos de otra manera para encarar esa lucha, pasamos a estar hoy en pésimas condiciones: el tema casi no se nombra, el conflicto pasó a mejor vida y ambas cosas colaboran a naturalizar nuevamente su ausencia.


QUIEN LUCHA, PUEDE PERDER; PERO QUIEN NO LUCHA, YA PERDIÓ


Entendemos que quizás para la nueva conducción de la Izquierda al Frente este tipo de iniciativas no hagan al fortalecimiento del CEFyL y que los espacios del Centro sean accesorios al modelo de Centro de Estudiantes que queremos construir. Quizás para ellos no pasa también por acá la construcción de un CEFyL fuerte, pero en ese caso nos preguntamos por dónde sí pasa.


En ninguna asamblea desde que empezó el año hubo una participación considerable de estudiantes independientes; las comisiones del Centro ya no tienen la fuerza que solían tener antes; no existen otros espacios de debate impulsados desde el CEFyL, ni iniciativas que apunten a generar más participación (o que por lo menos lo intenten). Las movilizaciones a decanato propuestas por el PO para presionar por distintos temas ocurrieron todas cuando la gestión ya se había ido… Entonces la pregunta que nos surge es por donde pasa la construcción del Centro de Estudiantes para la actual conducción. No se puede luchar de la boca para afuera ni esperar que las “masas” sigamos espontáneamente a una vanguardia iluminada… Las luchas se construyen, se debaten, se masifican, avanzan, retroceden, se ganan, se pierden, pero nunca nacen de un repollo. Para construirlas, hace falta más que consignas grandilocuentes.


LA UNIÓN HACE LA FUERZA


Y por sobre todas las cosas, lo fundamental es la unidad. Creemos que somos muchos los que coincidimos sobre la situación que atravesamos en Filo: es un año con una gestión que avanza sobre los derechos de los estudiantes, que despide docentes, que construye garitas… un año con un rectorado de la UBA conducido por la Franja Morada, con un vicedecano de la SIDE, y la enumeración puede seguir. La discusión entonces es: ¿cuál es el rol que le cabe al CEFyL en un año así?


Creemos que cada uno puede tener su visión, y que la pluralidad de ideas, si se debate con franqueza, no puede hacer otra cosa sino enriquecer. Pero de ahí al internismo hay un trecho. Con un rectorado integrado por lo peor de los ‘90 y una gestión que avanza sobre los derechos de los estudiantes y los docentes, creemos que lo último que hay que hacer es pelearnos entre nosotros. No es momento de acusaciones vacías, sino de trabajo conjunto, codo a codo. No es momento de asambleas pobres en donde a la conducción lo único que le interesa es dirimir las internas del FIT en el micrófono, sino de construcción de un CEFyL fuerte. No es momento de sectarismos, sino madurez política para pegar con un solo puño.


Es por eso que desde La Juntada hacemos un llamado al conjunto de las agrupaciones de izquierda del CEFyL y al conjunto de los estudiantes a que construyamos colectivamente una gremialidad activa. Que no se quede en los papeles, los carteles, en las consignas y en la reacción, sino que pase a la ofensiva: que proponga, que discuta, que sea capaz de crear, de equivocarse y volver a intentar, que de todo se aprende. Priorizar los acuerdos por sobre las diferencias, no darle de comer al adversario con internas bobas ni infantilismos marginales, en pos de la construcción de una herramienta gremial que se transforme en palanca para poner de pie nuevamente un movimiento estudiantil fuerte y sólido, a la altura de los tiempos que nos tocan vivir.

LA JUNTADA

construyendo la izquierda popular

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