sábado, 6 de diciembre de 2008

Sobre lo sucedido el 2/11/08 en la Comisión Directiva del CEFyL

1- Consideramos que el Centro de Estudiantes es la herramienta gremial que representa el interés general del conjunto de los estudiantes. En este sentido, la mera identificación del mismo con la expresión política que transitoriamente lo presida, constituye para nosotros una práctica que urge ser debatida y modificada. Desde el punto de vista de quienes conformamos LA JUNTADA, confusiones como estas desarticulan cotidianamente al CEfyl como espacio de organización y participación del estudiantado. Por eso para nosotros no se trata de negar los debates y las diferencias políticas, cuestiones que se dirimen en la militancia cotidiana, en las asambleas y en la opción política que los estudiantes eligen de diferentes maneras y también a través de las elecciones; sino de cesar en la costumbre política de producir una identificación total y absoluta entre el Centro como gremio y las agrupaciones que han sido electas para coordinar la presidencia del mismo. Entendemos que de esta forma sólo terminan participando en el mismo los que se identifican con las políticas de su conducción.

2- Pero independientemente de que se comparta o no este criterio político, el Centro de Estudiantes tiene una Comisión Directiva, compuesta por 15 vocalías, que expresan el proporcional de lo obtenido por las distintas listas durante el proceso electoral. De tal forma, la CD del CEfyl está compuesta actualmente por: El Bloque (4 vocalías), La Juntada (3 vocalías), Unidad (2 vocalías), En Acto (1 vocalía), Frente x Filo (1 vocalía), La Mariátegui (1 vocalía), Sur (1 vocalía), Otro escenario (1 vocalía), Los Necios (1 vocalía). El requisito formal para convocar a una Comisión Directiva es contar con el quórum necesario, la mitad más uno, es decir 8 vocalías.

3- Si bien nosotros pensamos que la CD debería reunirse con cierta periodicidad acordada (lo cual permitiría su difusión anticipada y mayor participación), la realidad es que en general es convocada por iniciativa de la Presidencia a través de canales informales como llamadas por teléfono, conversaciones de pasillo etc. En este caso, un conjunto de corrientes políticas teníamos la necesidad de convocar a CD para debatir y resolver un conjunto de cuestiones y frente a la omisión de la Presidencia (PO) se optó por avisar por mail de tal forma que sea de público conocimiento el interés de convocarla.

4- El día martes 2 de diciembre, cuando nos encontramos en el Patio la mayoría de las fuerzas representadas en la CD (La Juntada, Unidad, Los Necios, La Mariátegui, En Acto, Sur, Simón Rodriguez – 10 vocalías), y nos disponíamos a ir al local del CEfyl, el PO y el PTS (El Bloque) nos recibieron afuera, sin intenciones de abrir el local donde comúnmente sesiona la CD, y empezaron a decirnos que estos no eran los canales mediante los cuales se convocaba a CD y que proponían hacerla el día jueves. El resto de las fuerzas señalamos nuestro desacuerdo puesto que estábamos todos presentes ahí y que no existían razones para no hacerla. Luego de conseguir la llave del local, nos dirigimos hacia el mismo sin la presencia de la presidencia y por tanto sin el Libro de Actas. Mientras nos disponíamos a auto-convocarnos mediante un acta elaborada allí mismo, puesto que superábamos el quórum con la presencia de 10 vocalías, la conducción se hizo presente, sin el libro de actas.

5- El conjunto de las fuerzas que estábamos allí presentes no tenemos las mismas posiciones políticas ni necesariamente representamos el mismo espectro ideológico, puesto que éramos 7 listas distintas. Lo que nos unía era la necesidad de respetar la institucionalidad y que sesione la Comisión Directiva con los criterios que corresponde, y no con los que la conducción pueda arbitrar unilateralmente. Es decir que el intento de presentar esto como un "bloque político" en contra de las fuerzas que actualmente presiden el Centro no resiste el menor análisis. Se trata solamente de una cuestión democrática, es decir, de respetar todas las opciones políticas elegidas por los estudiantes, puesto que El Bloque (PO + PTS) obtuvo 1.261 votos que representan el 24,68%, y el resto de la CD representa el 66,7%, es decir 3.409 votos.

6- No podemos dejar de mencionar una última cuestión. Una de las votaciones de la CD fue una declaración de repudio por el asesinato de los dirigentes sindicales venezolanos, que ya ha circulado. Fue votada por 10 vocalías, menos por las 4 de El Bloque. Es llamativo que se nos acuse de "mezquinos" cuando quienes no votaron la declaración aprobada por la mayoría fue la conducción, no La Juntada. De todas formas, eso no deja de ser una opción política, de la cual cada uno es libre de elegir y hacer la evaluación que corresponda. Pero hubo una cuestión metodológica que es verdaderamente preocupante, puesto que cuando nos disponíamos a firmar las actas, con las resoluciones y votaciones correspondientes, la vicepresidencia (PTS) "solicitó" absurdamente que conste que se había votado por "unanimidad" la declaración que sólo votó El Bloque. Algo falso y mentiroso, dado que las otras 10 vocalías votamos otra declaración, que es precisamente la que salió por mayoría como declaración de la Comisión Directiva del CEfyl. Fue la negativa y la indignación del conjunto de las fuerzas lo que evitó que se materialice este intento burocrático que de producirse hubiera sentado un delicado precedente.

7- Desde La Juntada queremos llamar a la reflexión a los compañer@s sobre las formas de tratarse y de debatir políticamente. Claro que puede hacerse a fondo, es verdad que tenemos diferencias y algunas de ellas significativas, no se trata de la unidad en abstracto. Pero creemos que no deben pasarse ciertas cuestiones por alto, sobre todo en el marco de aquellas fuerzas que nos colocamos en el campo popular y peleamos todos los días por cambiar de raíz este sistema de miseria y explotación. Desde La Juntada bregamos por la transformación de las prácticas políticas y tratamos de hacerlo en el día a día, a veces con aciertos, a veces con tropiezos. A la reconstrucción de nuestra herramienta gremial le cabe un lugar importante en esto y por eso planteamos la necesidad de democratizar espacios importantes como la Comisión Directiva.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Resoluciones de la Comisión Directiva del CEFyL, 02/12/08

Resoluciones de la Comisión Directiva del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires

2/12/08 – 20:15 hs

Siendo las 20:15 del 2 de diciembre de 2008, se constituye la Comisión Directiva del CEFyL. Se encuentran presentes El Bloque (4 vocalías), La Juntada (3 vocalías), Unidad (2 vocalías), EnActo (1 vocalía), La Simón Rodríguez (1 vocalía), La Mariátegui (1 vocalía), Sur (1 vocalía), Los Necios (1 vocalía). Ausente: Otro Escenario.

Se vota el siguiente temario

1) Plata para la campaña por el desprocesamiento de Fernando Grenno

2) Procesamientos contra los dirigentes de FUBA

3) Despidos y Suspensiones

4) Proyecto de reglamentación de cátedras paralelas

5) Declaración sobre los asesinatos de los 3 dirigentes de la UNT en Venezuela

1) Se votan dos mociones:

  1. Que el CEFyL aporte $300 al CECSo que aportó el dinero para la campaña por el desprocesamiento de Fernando Grenno
  2. Que el CEFyL aporte $300 a quien corresponda para la campaña por el desprocesamiento de Fernando Grenno

Gana la moción 1 con 10 votos a favor (La Juntada x 3, Unidad x 2, En acto, La Simón Rodríguez, La Mariátegui, Sur, Los Necios)

La moción 2 obtiene 4 votos (El Bloque x 4)

2) Se da un informe sobre el estado de las causas contra los compañeros dirigentes de la FUBA y se invita a las fuerzas presentes a participar de la reunión del día 3 de diciembre en la FUBA para coordinar la lucha.

3) Se vota la siguiente moción:

La Comisión Directiva del CEFyL expresa su solidaridad con los trabajadores de la planta Alvear de General Motors quienes decidieron el primero de diciembre, en una asamblea de más de 1100 trabajadores, ir a paro por tiempo indeterminado y exigen que no haya ningún despido en la empresa. Recientemente, el Ministerio de Trabajo dictó una nueva conciliación obligatoria, luego de que los trabajadores profundizaran las medidas de lucha, cansados de que la patronal no respete la conciliación obligatoria y mantenga en vilo a los más de 160 trabajadores a los que pretende suspender.

GM es un claro ejemplo de cómo las patronales intentarán descargar la crisis sobre los hombros de los trabajadores con la ayuda del gobierno nacional que como dijo Cristina se siente “socia de sus empresas”. Luego de años con ganancias extraordinarias la empresa decidió que para afrontar sus crisis quienes deban pagar los platos rotos tenían que ser los laburantes.

Desde la CD del CEFyL expresamos nuestro apoyo y solidaridad con esta lucha de los trabajadores y con todas las luchas en curso, y decimos:

¡Todo el apoyo a los trabajadores de GM!

¡Ningún despido ni suspensión!

¡Aumento salarial!

¡Que se prohíban por ley los despidos y suspensiones!

Se aprueba la moción con 13 votos a favor (El Bloque x 4, La Juntada x 3, Unidad x 2, En acto, La Mariátegui, Sur, Los Necios)

1 voto de abstención (La Simón Rodríguez)

Se vota la siguiente moción:

“Cuerpos de delegados y comisiones internas en todos los lugares de trabajo”

Ante la crisis económica internacional, que ya comienza a instalarse en nuestro país, las patronales de distintos sectores, ya comenzaron a tomar medidas contra los trabajadores y sus familias. Como siempre denunciamos: estos empresarios se llenaron los bolsillos todos estos años a costa de nuestra explotación, trabajo precario, y represión a los que reclamamos nuestros derechos (con un saldo de más de 5 mil procesados y compañeros presos políticos).

Ahora ante la baja de las ventas o ante la posible pérdida de rentabilidad descargan contra los trabajadores la crisis que los mismos capitalistas provocaron.

Las cúpulas sindicales tanto de la CGT como de la CTA plantean medidas como la prohibición de despidos por 6 meses, o triple indemnización sin llamar a ninguna acción.

La respuesta que necesitamos los trabajadores es el paro y la movilización para imponer que no haya ningún despido y que la crisis la paguen los que la generaron, los que todos estos años se vienen llenando los bolsillos. Ni un solo despido, ni una suspensión, ningún recorte de nuestros derechos.

El gobierno de Kirchner ya comienza a hablar que va a subsidiar las suspensiones y despidos de las empresas, mientras a las fábricas y empresas recuperadas las ahogan con tarifas energéticas enormes y las obligan a competir con los capitalistas en las peores condiciones.

Los trabajadores tenemos que decir basta

Durante años, los ataques patronales y de los gobiernos con la complicidad de la burocracia sindical provocaron una profunda división entre los trabajadores: millones de desocupados, millones de mercerizados, en negro, contratados. Entre los trabajadores en blanco o sindicalizados la mayoría no tienen representación. Es más, durante todos estos años, la pelea de miles de trabajadores la tuvimos que dar no sólo contra las patronales sino también contra las direcciones burocráticas de los sindicatos. Por eso, ante la crisis que ya descargan contra nosotros, más que nunca tenemos que recuperar nuestras organizaciones obreras como herramientas de lucha. En este sentido el fallo de la corte Suprema de Justicia que declara inconstitucional el inciso “A” del Art. 41 de la Ley de Asociaciones sindicales abre la posibilidad para que los trabajadores podamos organizarnos desde las bases sin tener que pasar el filtro de la burocracia sindical. El 87% de los establecimientos NO tiene representación gremial. No tienen delegados. Los trabajadores tenemos que usar esta brecha que se abre para organizarnos eligiendo cuerpos de delegados y comisiones internas en todos los lugares de trabajo (privados o estatales) como pasó para recuperar nuestros sindicatos y comenzar, junto con ello, un camino de coordinación junto a los compañeros desocupados, los que pelean por viviendas, etc.

Unificando nuestras fuerzas y un programa para que la crisis la paguen los que la generaron

Se aprueba la moción con 12 votos a favor (El Bloque x 4, La Juntada x 3, Unidad x 2, En acto, La Mariátegui, Los Necios)

2 votos de abstención (La Simón Rodríguez, Sur)

Se vota la moción de participar de la reunión preparatoria hacia la marcha por el séptimo aniversario de las jornadas del 19 y 20 de diciembre a realizarse el martes 9 en la facultad de psicología.

Se aprueba la moción por unanimidad.

4) Se da un informe de las últimas novedades y se vota la siguiente moción:

La Comisión Directiva del CEFyL exige al Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras que posponga el tratamiento del proyecto presentado sobre Cátedras Paralelas y cualquier tipo de resolución al respecto hasta el año que viene, y una vez comenzadas las clases. Manifestamos que resoluciones de este tipo deben ser tomadas en forma democrática de cara al conjunto de los estudiantes y los docentes de la facultad, y no a sus espaldas. Luego de la oposición del movimiento estudiantil, docente y del conjunto de las cátedras paralelas, la gestión debió reevaluar e ir reduciendo el proyecto original. Sin embargo, mantiene el espíritu regimentador. La existencia de cátedras paralelas en nuestra facultad es una demanda histórica de los estudiantes que se organizaron y pelearon por ellas, iniciando un proceso de discusión sobre las carreras y los planes de estudio que se tiene que profundizar. Para ello, insistimos: ninguna resolución sobre las cátedras paralelas en vacaciones, iniciemos un proceso de discusión democrático con el conjunto de los estudiantes y los docentes de la facultad.

Se aprueba la moción por unanimidad.

Se vota por unanimidad convocar a la movilización a la Comisión de Reglamento del 9/12 y de Consejo Directivo el 16/12

5) Se vota la siguiente propuesta de declaración:

¡REPUDIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES DEL BRUTAL ASESINATO DE RICHARD GALLARDO, LUIS HERNÁNDEZ Y CARLOS REQUENA, DIRIGENTES OBREROS DE VENEZUELA!

El jueves, en Cagua, zona industrial y de población obrera y popular del estado de Aragua, Venezuela, fueron asesinados los dirigentes de la Unión Nacional de Trabajadores (UNETE) del Estado Aragua, y de la Unidad Socialista de Izquierda (USI), Richard Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena. Luis Hernández y Richard Gallardo habían participado como candidatos el domingo 23 de noviembre para la Alcaldía del Municipio Zamora y la Asamblea de Diputados de Aragua, respectivamente.

Los compañeros fueron fusilados por sicarios desde un móvil. Durante todo el día estuvieron apoyando a los 400 trabajadores de la multinacional de productos lácteos, Alpina, de capitales colombianos, quienes se encontraban en conflicto por incumplimiento del contrato colectivo y amenazas de la patronal de cierre de la empresa. Al mediodía la policía había reprimido, pero los trabajadores habían logrado mantenerse firmes en sus reclamos.

Horas después, Luis Hernández, dirigente de la UNT y de la Pepsi Cola, y Richard Gallardo presidente de la UNETE de Aragua, denunciaron públicamente "prepotencia y la tiranía de unos patronos que violan los derechos de los trabajadores, amenazan con cerrar la planta y a pesar de ello reciben el apoyo de los uniformados de la región". En el comunicado se anunciaba que la central sindical se declaraba en alerta para impedir que la multinacional cierre la planta. Declaraban que, si eso ocurría: "exigiremos al gobierno su expropiación y la pondremos a producir bajo control de los trabajadores". Por la noche, eran brutalmente asesinados, junto a Carlos Requena, también dirigente de la UNT.

La Comisión Directiva del CEFyL repudia estos crímenes a dirigentes obreros, clasistas y socialistas que siempre han estado junto a las luchas obreras y populares de su país y también fueron solidarios con las luchas de los trabajadores del mundo. Acompañamos a los trabajadores de Aragua y de la UNT de Venezuela en su reclamo de justicia. Y reclamamos al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y al gobierno regional de Aragua, la inmediata apertura de una investigación que de con el paradero de los asesinos materiales e intelectuales de este pavoroso crimen y logre su castigo, exigiendo que no quede impune y se tomen las medidas necesarias para evitar nuevos crímenes contra trabajadores.

Dos mociones:

1. Que se vote la declaración con el siguiente agregado, antes del último párrafo:

Este brutal ataque es parte de la ofensiva fascista contra la revolución venezolana que ha iniciado la oposición desde las alcaldías y gobernaciones que ha obtenido en las últimas elecciones regionales. Esta ofensiva incluye ataques contra las misiones sociales y los medios comunitarios, y es parte de la injerencia imperialista de los Estados Unidos a través de su gobierno títere en Colombia.

2. Que se vote la declaración sin agregados.

Gana la moción 1 con 10 votos a favor (La Juntada x 3, Unidad x 2, En acto, La Simón Rodríguez, La Mariátegui, Sur, Los Necios)

La moción 2 obtiene 4 votos (El Bloque x 4)


Declaración de La Juntada: Sobre lo sucedido el 2/11/08 en la Comisión Directiva del CEFyL

jueves, 30 de octubre de 2008

Jornadas de reforma del Plan de estudios: Informe de la comisión redactora - Octubre 2008

Informe de la comisión redactora

Jornadas de reforma del Plan de estudios - Octubre 2008

Los puntos detallados a continuación sistematizan los acuerdos generales interclaustros relativos a la modificación del plan de estudios de la carrera de Ciencias Antropológicas.

Las premisas generales

  • Defensa de la universidad pública;
  • Ingreso irrestricto;
  • Gratuidad del ciclo de grado y del posgrado;
  • No acortar el actual ciclo de grado;
  • Mantener dentro de la misma estructura las orientaciones de arqueología y antropología social.

Las premisas específicas

  1. Asegurar un tronco común de materias básicas que sea relevante para las diferentes orientaciones de la carrera.
  2. Lograr trayectos de carrera que sean flexibles y que desemboquen fluidamente en las diferentes terminalidades a partir del núcleo de contenidos básicos del tronco común.
  3. Incorporar de manera sistemática e institucionalizada en el ciclo de grado experiencias acotadas y supervisadas de trabajo de campo así como mecanismos o instancias que faciliten la elaboración y defensa de tesis de licenciatura. Esto implica contar con instancias previas de aprendizaje de escritura y presentación de resultados.
  4. Evitar la fragmentación entre “teoría” y “práctica”, entre teóricos y prácticos. Lograr una estructura pedagógica (de relación y proporción docente/alumn@) que promueva las articulaciones entre contenidos, teoría, práctica, campo, producción de investigación, docencia y gestión.
  5. Defensa de la tesis como culminación del ciclo de grado.

Premisas específicas. Desarrollo.

  1. Asegurar un tronco común de materias básicas que sea relevante para las diferentes orientaciones de la carrera.

Diagnóstico. Contenidos de las diferentes orientaciones: surge como necesario que todos los estudiantes tengan en su formación inicial contenidos mínimos en las diferentes orientaciones.

Bajo el actual plan de estudios esto implicaría que se incorpore una perspectiva sobre la materialidad en las actuales antropologías sistemáticas así como también tener una formación básica equivalente en historia de la teoría antropológica e historia de la teoría arqueológica que tengan una fuerte impronta metodológica (incorporada a los contenidos mínimos). De la misma manera, hubo acuerdo con la propuesta estudiantil de reelaborar el tronco común de la carrera para incluir contenidos tanto de antropología socio cultural como de arqueología en cada materia en que esto fuera posible (fueron propuestas HTA, epistemología, las sistemáticas, las Socioculturales y las materias de arqueología americana).

Diagnóstico. Organización de los contenidos: se discutió acerca de la validez de la división en áreas de contenidos que se asocien a subdisciplinas (social, económica, política, simbólica, etc.) en tanto es susceptible de crítica porque recorta unidimensionalmente a una realidad / problemática / referente empírico que es multidimensional.

Sin embargo, el consenso fue mantener la división de las sistemáticas en tanto garantizaba la especificidad de la discusión en cada ámbito y resaltaba los aportes de otras disciplinas a la antropología (economía, sociología, psicología, etc.).

Los contenidos podrían integrarse por alguna de las siguientes instancias (no excluyentes):

- Práctica en las materias metodológicas,

- Materias teóricas que vieran problemáticas específicas (salud, jurídica, etc.)

- Talleres que aborden problemas de investigación.

  1. Lograr trayectos de carrera que sean flexibles y que desemboquen fluidamente en las diferentes terminalidades a partir del núcleo de contenidos básicos del tronco común.

Diagnóstico. Áreas de Vacancia: en las jornadas del mes de octubre de 2008 los aportes de los distintos claustros señalaron como áreas de vacancia las siguientes: contenidos de historia; teoría social; temáticas sobre el patrimonio; abordaje antropológico del Estado y políticas públicas; contenidos de Filosofía (podría estar contemplado en el eje epistemológico-metodológico. Ver más adelante).

Con respecto a los contenidos históricos y filosóficos, los mismos podrían tomarse de la oferta de materias del departamento de Historia y Filosofía de la Facultad.

Diagnóstico. Historia de la Teoría: Hubo acuerdo en la necesidad de extender HTA a una materia anual, extendiendo sus contenidos para superar el vacío que actualmente existe con TAC, incluir historia de la teoría arqueológica y una contextualización histórica de los paradigmas.

Se señaló también la necesidad de ampliar la extensión geográfica para la inclusión tanto de la antropología producida por investigadores de los países centrales, como de la producción tercermundista, de la antropología de la descolonización e incluso también de la producción en la Europa periférica (Italia, España, etc.)

Propuestas de flexibilización de la carrera: teniendo como referencia los diagnósticos precedentes emergieron 2 propuestas para el tronco común:

  • Una que sugería la continuidad del actual formato: un tronco común estático de X cantidad de materias que los alumnos de ambas orientaciones debieran hacer si o si.
  • Otra que propone flexibilizar la carrera permitiendo trayectorias más personales (sin llegar al límite de ser demasiado erráticas). Como resultado habría un tronco común que tuviera menos materias obligatorias para todos los alumnos y las demás materias, comunes a las diferentes orientaciones, serían electivas entre cajas (dos a elegir entre cuatro, dos entre otras cuatro, etc.). Esta propuesta permite la incorporación de nuevos contenidos sin que ello implique ni alargar la carrera ni la perdida de contenidos actuales.

Se plantea una salvedad con respecto a la modalidad de la elección entre cajas de materias ya que la experiencia de otras carreras y otras universidades indican que existen inconvenientes de aplicación. Pueden darse como sabidos contenidos que siendo electivos uno puede no tener o los contenidos se reiteran para cubrir esta posible falencia. En relación a este posible inconveniente se sugiere la incorporación de la figura del tutor.

Se sugiere también utilizar el formato de las cajas de materias en el final de la carrera. Esto permitiría la incorporación de nuevas orientaciones (Antropología biológica, Etnohistoria, Gestión, etc.). Queda pendiente la forma de implementar estas modificaciones para respetar el espíritu original de la modificación (permitir trayectorias más personales) de manera que puedan combinarse distintas áreas (el eje metodológico podría cumplir con el rol integrador de las materias de distintas cajas).

Hubo un acuerdo total en que este plan debía impulsar la pluralidad de visiones a través del fomento a las cátedras paralelas (que permita la diversidad de líneas de investigación y propuestas teóricas) y en torno a incluir dos figuras en el plan:

a) las materias electivas, de carácter académico y laboral idéntico a las materia obligatorias, sólo que las electivas estarían ubicadas en una o más ramas en lugar de los troncos; y

b) las materias optativas, con un régimen de renovación cada dos años (con posibilidad de ser redactadas y/o pasar a régimen permanente?), pensando que de esta manera se puede promover la circulación y renovación de contenidos y temáticas, pero con la posibilidad oficial de contratar docentes y graduados.

Seminarios: se destacó que muchos de los que hoy se dictan reflejan áreas de vacancia sentidas en la carrera, por lo que se propuso que algunos podrían pasar a ser materias de la carrera. Queda pendiente elaborar un criterio unificado de requisitos para su incorporación y si sólo deben incorporarse solo en el área de electivas o también en el tronco común también.

Otras propuestas y consideraciones

- Evaluación de las cátedras por parte de los alumnos al final de la cursada.

- Realización con mayor periodicidad de concursos para un mejor funcionamiento del claustro docente y una mejora del diálogo entre quienes enseñan y quienes aprenden.

  1. Incorporar de manera sistemática e institucionalizada en el ciclo de grado experiencias acotadas y supervisadas de trabajo de campo así como mecanismos o instancias que faciliten la elaboración y defensa de tesis de licenciatura. Esto implica contar con instancias previas de aprendizaje de escritura y presentación de resultados.
  1. Evitar la fragmentación entre “teoría” y “práctica”, entre teóricos y prácticos. Lograr una estructura pedagógica (de relación y proporción docente/alumn@) que promueva las articulaciones entre contenidos, teoría, práctica, campo, producción de investigación, docencia y gestión.

Para esta finalidad, es necesario articular los equipos de investigación existentes (vinculados a proyectos UBACyT/CONICET/Agencia, con radicación en la facultad, a una cátedra en particular, a un seminario o a un área de investigación dentro de los Institutos - salud, educación, rural, etc.) a la estructura pedagógica de la carrera. Este trabajo haría hincapié en la articulación entre un conjunto de contenidos específicos y la práctica de investigación.

Acuerdos alrededor del eje metodológico del plan de estudios: los contenidos y las prácticas epistemológicas / metodológicas están demasiado relegados al final de la carrera retrasando así la práctica y producción antropológica por parte de los estudiantes. Como consecuencia no sólo escasean las publicaciones que se puedan efectuar durante el ciclo de grado sino que también se dificulta en demasía la escritura de la tesis por la falta de experiencias previas. En este contexto, se ha producido un aumento en el tiempo necesario para la tesis (donde además hay en la práctica un interlocutor único, el director) y una tendencia cada vez mayor a la opción por el profesorado.

Propuestas: para superar esta falencia la propuesta acordada en las últimas jornadas es la de reestructurar el plan vigente de manera tal que se organice la incorporación de contenidos metodológicos desde el principio de la carrera alrededor de un eje transversal que vaya desde lo general (metodología de las ciencias sociales) a lo particular (técnicas de recolección de datos, taller de escritura, etc.).

Al respecto de esta propuesta hubo algunas críticas y salvedades que detallo a continuación:

§ El trabajo de campo no puede ser en las primeras instancias de la carrera, porque requiere mayores capacidades, más herramientas.

§ Cuál es la mejor forma de dividir las instancias del eje metodológico? Instancias metodológicas (construcción del objeto, planteo del problema, etc.) o temáticas?

Si bien la primera de las salvedades realizadas al eje metodológico (no exagerar la prontitud de la salida al campo) gozó de mayor acuerdo, sobre la segunda algunos profesores y graduados (con mayor experiencia en investigación) plantearon que en realidad la metodología se delimita a partir de una problemática y entonces proponían hacer talleres metodológicos enfocados en problemáticas más específicas. Estos talleres se pueden tratar de vincular con lo que hoy se hace en los seminarios o los que equipos de investigación que trabajan sobre problemáticas específicas.

La idea sería que existiera un contacto fluido entre las diferentes cátedras metodológicas y equipos de investigación tanto del ámbito de la facultad como fuera de este, con el objetivo de poder acercar a los estudiantes a equipos con los que tengan intereses afines. A partir de este acercamiento se podría realizar un trabajo que aporte en un proyecto ya existente evitando así la realización de una investigación que no tenga continuidad por el sólo hecho de cumplir con los requerimientos de la cursada. Al mismo tiempo le permite a los estudiantes centrarse no solo en la metodología sino también en el problema de investigación o el referente empírico, realizando un abordaje que necesariamente supere la metodología en cuestión.

  1. Defensa de la tesis como culminación del ciclo de grado.

Antecedentes

Durante las jornadas de cambio de Plan del 2005 se presentaron varias propuestas para la modificación del plan de estudios. Tomamos en consideración cuatro de ellas: 1) una anónima, 2) otra firmada por un grupo de estudiantes de arqueología con orientación arqueológica, 3) el tercero firmado por Civalero, Guraieb, Olivera, Perez de Micou, un egresado y una alumna (por lo que entiendo todos de arqueología), 4) y el cuarto corresponde a la antigua sección arqueología (ICA, ahora IDA).

Solamente en la propuesta anónima -1- se propone sacar la tesis de Licenciatura y reemplazarla por la Tesina del Seminario anual. La propuesta de los estudiantes -2- resalta que la tesis “es de suma importancia para formarnos como investigadores dentro de los ámbitos que recorremos a partir de la finalización de la licenciatura. Es una forma de fomentar la presentación de trabajos de investigación que sirvan para insertarnos en nuestro ámbito de estudio (proyectos, becas); nos enseña a discutir, buscar bibliografía y a ver nuestra ciencia desde una perspectiva crítica de producción”.

En la -3- se habla de una “Tesina elaborada en forma individual durante el período de cursada del seminario anual, deberá tener director externo a la cátedra y para su evaluación requerirá de un coloquio con un jurado integrado por un docente del Seminario, el Director y un jurado externo”.

En el -4- simplemente se menciona la existencia de Tesis de licenciatura.

En una discusión final, en conjunto el 25/11/05 se volvió a discutir sobre ello y se sugirió que en caso de sostenerla se tenga una tutoría y talleres que eleven hacia la tesis, paralelos al Seminario anual, el cual no debe ser el ámbito en el que se haga y termine la tesis. Los talleres podrían ser por áreas.

Jornadas 2008

En los materiales producidos por los grupos de trabajos de las jornadas para el cambio de Plan de Estudios de la carrera de Ciencias Antropológicas (2008) no se registran desacuerdos respecto de la necesidad de realizar una tesis de investigación para obtener el título de licenciado/a.

Lo que en consecuencia se plantea como tema a discutir a futuro es cómo y de qué manera los alumnos acceden a concretar el tramo final de su formación, que se ha denominado la “terminalidad”. Actualmente se dictan varios seminarios anuales de investigación que proveen el marco en el cual los alumnos obtienen las herramientas necesarias para elaborar un proyecto o plan de tesis. Sin embargo, resta definir o diseñar las modalidades bajo las cuales se realiza la investigación y redacción de la tesis final.

Si la nueva modificación del plan de estudios de la carrera contemplara el ciclo de especialización por áreas temáticas o problemáticas (que puede incluir materias y/o seminarios dictados por equipos de trabajo), los alumnos podrían integrarse a ellas. Desde esta perspectiva contempla la posibilidad de los alumnos vayan orientando sus intereses a partir de las ofertas del ciclo de especialización y que eligieran cursar un seminario anual de investigación (entre los que hay y otros que puede haber) que se adecue a sus preocupaciones. En este aspecto entonces, las opciones que se decidan en relación con la terminalidad estarán estrechamente vinculadas a cómo se defina el trayecto de las áreas o materias comprendidas en el tramo de la especialización. Estos espacios institucionalizados podrían proveer el marco de contención adecuado para que los alumnos desarrollen sus investigaciones, incorporándose a equipos de trabajo en formación, participando de ámbitos de debate bajo la guía de un director.

Algunas cátedras y equipos de trabajo asociados vienen poniendo en práctica estrategias de este tipo; pero no siempre los recursos disponibles garantizan esta opción. Es por eso que uno de los desafíos consiste en pensar modalidades institucionalizadas (becas para este fin específico u otro formato; habría que pensar cómo y de dónde obtener fondos) que permitan a los alumnos contar con los recursos necesarios para realizar su primera investigación de campo (en el caso que no formen ya parte de un equipo de investigación y hayan participado en trabajos de campo con anterioridad a concretar la tesis), elaborar el material y redactar una tesis en un tiempo limitado. De lo contrario, ocurre que después de haber logrado diseñar un proyecto de investigación, muchos alumnos no consiguen concretar la elaboración de la tesis (depende del tema que se hayan planteado) o lo hacen a un ritmo que demora la obtención del título.

En suma, en relación con el tema de la tesis de licenciatura habría dos cuestiones que se pueden plantear como discusiones a futuro. Por un lado, de qué manera de va a definir este trayecto en función del diseño final del nuevo plan de estudios, específicamente en lo que se refiere al tramo de la especialización. Aquí sería importante discutir las modalidades de integración de los alumnos a espacios y equipos de trabajo, lo cual puede funcionar como pasantías o talleres que vayan llevando a la elaboración de la tesis y de esta manera institucionalizar la colaboración de estudiantes en los equipos. Por otro, cómo se instrumentarían mecanismos que permitieran garantizar a los alumnos recursos para realizar las investigaciones y la tesis en un tiempo limitado (a través de su participación en subsidios como hasta ahora u otros específicos, becas u otras opciones).

Finalmente, al respecto de la opción por el profesorado dejamos constancia de algunas apariciones que el tema tuvo en el transcurso de las últimas jornadas, aunque el mismo no fue tratado en profundidad. La aprobación de dos materias didácticas y la realización de prácticas docentes es lo que permite a los alumnos obtener el título de profesor. Esta opción es elegida por quienes tienen vocación docente y/o prefieren acceder a un título habilitante para ingresar al mercado de trabajo, ya sea que después realicen su presentación de tesis de licenciatura o no.

Una de las opciones que surgió para modificar la opción por el profesorado era la de imitar la experiencia de la carrera de Geografía donde este se cursa como una orientación distinta, con mayor carga horaria. Como está constituido a la fecha el profesorado de la carrera de Antropología no compite en igualdad de condiciones con otros títulos similares de otras disciplinas debido a que la concentración de cursos (medido en horas/cátedra) relacionados con la didáctica es menor. De este modo, los profesores de Antropología parten de una situación desventajosa que es perjudicial para su incorporación a la enseñanza secundaria o terciaria.

lunes, 13 de octubre de 2008

Un espacio en construcción…


“Todos sabemos algo,

todos ignoramos algo,

por eso aprendemos siempre”

Paulo Freire

La Juntada es un espacio en el que confluimos estudiantes independientes y cuatro agrupaciones: Colectivo de Izquierda, Plan B, Prisma y Un solo grito.

Quienes participamos de La Juntada tenemos un montón de ideas y propuestas que vamos a contarte en esta plataforma. Pero ante todo tenemos un primer gran consenso que nos unifica: la necesidad de organizarnos colectivamente, de escucharnos, de pensar y dialogar para luchar todos juntos. Porque al mismo tiempo que creemos en nuestras ideas y las defendemos, no lo hacemos en forma cerrada. Porque entendemos la política como una búsqueda, como una construcción colectiva, que incluye definiciones y propuestas claras, pero también preguntas y la exploración de caminos nuevos.

Porque pensamos que una política transformadora no puede ser la repetición de un dogma que se mantenga intacto aunque la realidad cambie. Hay quienes no creemos que esté todo dicho de antemano, no tenemos la verdad revelada ni la estrategia infalible que va a solucionar todos los problemas, desde la crisis mundial hasta nuestro Centro de Estudiantes. Tenemos nuestras ideas y nuestros proyectos, que no son cerrados porque pretenden ser liberadores, pues se hace camino al andar.

Hace bastante tiempo que con todo un sector de la facu empezamos a coincidir en una crítica al actual Centro de Estudiantes y a las lógicas políticas de su conducción. El problema que notábamos era que ese acuerdo latente no llegaba a materializarse en un espacio de unidad que pueda constituirse como una alternativa. Creemos que la conformación de La Juntada es un primer paso en este sentido, y por eso nos llena de expectativas. Estamos convencidos de que con la participación de todos podemos construir algo verdaderamente nuevo y distinto. No como slogan, no sólo de la boca para afuera, ya que necesitamos un cambio en las prácticas, no sólo en el discurso.

Sumate, que juntos podemos cambiar las cosas. Queremos que La Juntada se desarrolle y sea un espacio cada vez más colectivo. Para ser una alternativa de cambio en estas elecciones, pero también más allá de ellas.

¡Que no te la cuenten!

¡Participá y reconstruyamos entre todos nuestra herramienta gremial!

Un Centro CON estudiantes

Desde La Juntada pensamos que la situación del CEFyL ha llegado a un punto en que el Centro de Estudiantes se ha desnaturalizado como tal. La realidad es que muchas veces, cuando pensamos en el centro, se nos viene a la cabeza una fotocopiadora y a lo sumo una asamblea cada tanto (en general con final poco feliz). Por eso, nos animamos a decir que hoy prácticamente no tenemos un Centro de Estudiantes; es decir, una herramienta gremial donde participen activamente y se sientan representados la mayoría de los estudiantes. Falta ese espacio de encuentro, de debate, de participación para el conjunto.
Como en otras oportunidades ha ocurrido, pueden intentar meternos el fantasma de la derecha, de la Franja y de los K. Pero es una mentira oportunista para retener el centro como si fuera un botín. No nos dejemos engañar, la alternativa no es la derecha que no gana hace mucho tiempo; la alternativa es la izquierda independiente. A esta altura no caben las excusas: hace 11 años que la actual conducción del CEFyL (MST), se mantiene ininterrumpidamente en la presidencia (hoy junto al PO, PCR). Por eso a veces nos sorprende un poco cuando sus mismas campañas llaman a la 'participación' y a la 'democratización'. ¿No tendrían que ser un poco más auto-críticos? ¿No consideran que si hace 11 años conducen el Centro y los estudiantes no participan, les cabe por lo menos una cuota de responsabilidad?

El actual modelo de centro está agotado: Un Centro de Estudiantes no puede identificarse totalmente con las agrupaciones que lo ganan en las elecciones. Al contrario, debe ser una herramienta gremial, es decir, un espacio más amplio y superador que las corrientes políticas que eventualmente lo conducen.


Siguiendo esta lógica, la mayor parte de las fuerzas políticas de la facu, incluyendo a la conducción, que quiere perpetuarse en estas elecciones con el Frente Estudiantil de 'Unidad', terminan reduciendo el centro a convocatorias a una asamblea de vez en cuando y a las marchas folklóricas. Es muy importante hacer asambleas y participar de manera consecuente en la lucha por un urgente y necesario aumento de presupuesto. Pero si las asambleas y las marchas no son convocadas con anticipación y objetivos precisos; si no son un lugar donde todos puedan hablar, además de las agrupaciones que se pelean entre sí, entonces nadie puede sorprenderse de que cada vez participen menos estudiantes; o de que quienes participan, muchas veces no vuelven a hacerlo porque no se sienten cómodos ni representados por los debates que se allí se presentan, que en más de una ocasión rozan lo bizarro. Además, la asamblea no puede ser el único espacio de participación en un Centro de Estudiantes. En cambio, deberían existir comisiones abiertas, espacios físicos de recreación, espacios de producción cultural, académica y política, etc. Pero nada de esto ocurre. Así, nadie sabe cuál es la institucionalidad del centro de estudiantes, ni su forma real de funcionamiento; cuáles son sus secretarías, cuándo y de qué forma funciona su Comisión Directiva, etc. De esta manera es lógico que la mayoría de los estudiantes sintamos al Centro como un espacio ajeno a nuestras preocupaciones e intereses.
Digamos basta y construyamos un centro CON estudiantes, verdaderamente participativo y democrático, organizado desde los cursos para poner en pie al movimiento estudiantil.

PROPUESTAS PARA EL CEFyL

UN CENTRO DE ESTUDIANTES
El centro debe ser el gremio de todos los estudiantes y un espacio de organización horizontal y con amplia participación estudiantil, que contribuya al desarrollo y a la organización de la lucha por nuestras reivindicaciones. Que ofrezca múltiples canales y ponga su infraestructura al servicio de convertir la facultad en un gran espacio de producción cultural y política, pensado y protagonizado por los estudiantes. Es fundamental que prioricemos ese espacio por sobre las diferencias que puedan existir entre las agrupaciones.


FUNCIONAMIENTO Y COMISIÓN DIRECTIVA
Proponemos convocar, a dos asambleas cuatrimestrales como mínimo, con tiempo, difundiéndolas masivamente entre los estudiantes, y cuidando de que no coincidan con parciales. Que en ellas discutamos y resolvamos colectivamente las grandes líneas y tareas del Centro. Las resoluciones de la Asamblea deben ser respetadas por la Comisión Directiva.
La Comisión Directiva, que está compuesta por las vocalías obtenidas en las elecciones, debe convocarse públicamente cada 15 días.. Además, debe explicitar un día, horario y espacio físico para que todo estudiante que quiera participar pueda hacerlo. La CD debe resolver cuestiones prácticas y coordinar las tareas definidas por la Asamblea, a fin de permitir el funcionamiento efectivo de las políticas estudiantiles.
Tanto las resoluciones de la Asamblea como de la CD deben ser publicadas por el Centro para conocimiento del conjunto de los estudiantes y la comunidad universitaria.

LUCHA POR PRESUPUESTO
En la actualidad, el Estado no garantiza la educación pública y gratuita. La alimentación y los apuntes son también dos necesidades fundamentales para la formación de todo estudiante. Es necesario continuar y profundizar la lucha por más presupuesto, exigiendo no sólo la triplicación, sino también la democratización de su administración. Debe exigirse que el Estado financie un Comedor Estudiantil y los Apuntes (hay muchas formas de hacerlo, pagando papel y sueldos, aumentando las becas, etc.). La exigencia debe hacerse no solo al gobierno nacional, sino al gobierno de nuestra facultad, la Gestión del actual Decano Hugo Trinchero y el Consejo Directivo.

PUBLICACIONES Y COMEDOR
Actualmente publicaciones y el bar son gestionados por la conducción del CEFyL. Desde nuestro punto de vista, los espacios del Centro de Estudiantes deben trabajarse en conjunto, porque deben regirse con una lógica gremial y no con una lógica mercantil, de servicios.
Creemos que es necesario que la amplia mayoría los puestos de trabajo sean sorteados, en función de la necesidad económica, y que los becarios puedan desempeñarse en todas las tareas requeridas. La administración debe estar integrada por la conducción del centro y compañeros becarios que sean elegidos por sus propios pares.

CONSERVEMOS LA AMISTAD
Es necesario mantener las cuentas claras y para eso debe funcionar una Comisión Revisora de Cuentas que observe la administración de las cajas y socialice la información. De esta forma todos podemos decidir qué hacer con los fondos. Proponemos que de mínima esta comisión esté integrada por un representante de cada agrupación y que se junte una vez por mes de forma abierta, para que el que tenga ganas pueda participar de la reunión.

COMEDOR ESTUDIANTIL
Necesitamos transformar el Bar en un Comedor Estudiantil, contemplando las necesidades de los estudiantes de Filo, almuerzos, meriendas y cenas a precios populares. Para ello debe iniciarse una campaña y una lucha para que la Gestión de la Facultad destine los fondos necesarios.

PUBLICACIONES
Además de los apuntes impresos, el CEFyL debe ofrecer CD's con el material digitalizado, al costo y gratuitos para los becados. También proponemos la creación de una pagina web, mantenida por el CEFyL donde todos podamos bajar e intercambiar apuntes sin costo.
Asimismo, es responsabilidad de todos organizarnos para mejorar la calidad de los materiales y el buen funcionamiento del espacio, de tal forma que los estudiantes puedan comprar sus apuntes más económicos en el Centro y no tengan que recurrir a los espacios privados afuera de la facultad (hoy muchos lo hacen tanto por la baja calidad de las impresiones como por las enormes demoras para obtener un apunte).

PINCHEMOS LA BURBUJA
Muchos de nosotros tenemos participación en espacios por fuera de la facultad (bachilleratos populares, centros culturales, barrios, sindicatos, etc.). Entendemos que estas actividades son tan importantes como la militancia dentro de la facu. Por eso, creemos que el CEFyL debe contemplar y contener estas prácticas, fomentado un espacio de confluencia e intercambio, en el cual se articulen las distintas experiencias. Además, creemos que el CEFyL tiene que generar los canales que hagan de nuestras especialidades un aporte a las luchas cotidianas de los sectores sociales más castigados. Trabajo barrial, en fábricas recuperadas por sus trabajadores, en radios comunitarias, centros culturales, bibliotecas populares y todos los etc. que se te ocurran. Todos esos espacio reciben con gusto los aportes que historiadores, antropólogos, lingüistas, filósofos y todos nosotros podemos sumar. Lo sabemos porque lo hacemos. Queremos que el CEFyL sea una usina productora de cultura y de trabajo para impulsar el cambio social junto a los sectores populares.

ESPACIOS ARTÍSTICOS
Es importante multiplicar e impulsar distintos espacios para la recreación y las actividades artísticas y culturales, donde los estudiantes podamos socializar lo que hacemos: música, teatro, pintura, etc. Conectarnos con Centros Culturales, grupos de teatro de afuera de la facultad, de los que participan muchos estudiantes.


PUBLICACIONES ESCRITAS
Garanticemos publicaciones escritas con periodicidad, donde puedan socializarse producciones de los estudiantes y docentes, reflejarse los debates académicos, las opiniones sobre las cátedras, etc. Un espacio plural en el que puedan expresarse todos los sectores de la comunidad universitaria. La producción escrita será parte de las tareas que nos daremos para hacer del Centro una Usina creadora de materiales políticos, teóricos y culturales.

CONFERENCIAS Y SEMINARIOS
El Centro debería organizar charlas, conferencias y seminarios gratuitos, acerca de diversas temáticas académicas, políticas, etc. Para llevar a cabo esta iniciativa, es fundamental que convoquemos intelectuales y docentes de la facultad, de otras facultades y universidades. A su vez, las conferencias y seminarios, han de conformar verdaderos corpus de formación y reflexión, al calor de los debates.

Algunas reflexiones sobre la lucha educativa

Al iniciarse el segundo cuatrimestre, el ahogo presupuestario se volvía a hacer sentir en la UBA y el gobierno kirchnerista mostraba abiertamente su política de desmantelamiento de la universidad pública. Al paro docente de muchas semanas se le sumaron asambleas estudiantiles y tomas de facultades. La primera toma de la facu fue importante, llena de discusión y de vida. Logramos que en las asambleas circulara la palabra mas allá de las agrupaciones, y también que las comisiones de trabajo tuvieran alguna sistematicidad y no murieran en el primer encuentro. Logramos sumarle a la lucha, además de la solidaridad con los reclamos docentes, nuestras propias reivindicaciones por las condiciones edilicias, las becas, etc. Y fundamentalmente, logramos que el eje de nuestros debates fuera cómo llegar al resto de nuestros compañeros para profundizar la discusión tan pendiente de siempre: qué prácticas políticas y qué tipo de espacios nos van a permitir avanzar en la construcción de un movimiento estudiantil amplio y participativo. Fue durante este proceso, que confluimos los estudiantes no agrupados y las agrupaciones que conformamos La Juntada.
Pero otra vez nos encontramos con los problemas conocidos. En las últimas semanas del conflicto universitario en Filosofía y Letras se expresaron formas de pensar y hacer la política que volvieron a demostrar que solo producen rechazo y atentan contra la participación estudiantil. Otra vez, como en un interminable deja vu, volvimos a presenciar cómo las fuerzas políticas que conducen el centro, pusieron por delante su necesidad de diferenciarse permanentemente entre ellos por sobre el proceso
que nos dábamos los estudiantes en conjunto.
Esto nos retrotrae a un principio de año que nos había recibido con un debate acerca de la situación nacional. Los sectores más concentrados del agro iniciaban un largo lock-out patronal en defensa de sus intereses y su rentabilidad empresaria. El oficialismo, junto con otro sector de capitales concentrados de su lado, nos quería convencer de que había sólo dos posibilidades: o estábamos con el gobierno, o estábamos con la oligarquía. A pesar de que parte de la conducción del Centro de estudiantes entraba en el juego de la falsa dicotomía (MST y PCR fueron con insignias del centro a un cacerolazo en Acoyte y Rivadavia), una gran asamblea en abril ponía en discusión como pocas veces la situación del país y era muy clara en su definición: Contra el Lock-Out patronal y contra el Gobierno nacional. Las corrientes que apoyaron al campo presentaron una gran contradicción cuando se posicionaron en contra de gravar la hiper-rentabilidad del empresariado agrario, y acto seguido exigieron al Estado más presupuesto para la educación pública.
Pero lo más sorprende, es que quienes eran conducción del CEFyL y tuvieron una posición ambigua en un principio, como el PO (que en una misma semana sostuvo tres posiciones distintas, y en la primera de ellas habló de 'pueblada'), meses más tarde se 'enteraron' de que estaban rodeados de sojeros y metieron el debate por la ventana, en función de su disputa facciosa y sectaria al interior del Centro. Por eso, en este segundo cuatrimestre, cuando fue la hora de salir a luchar por la universidad pública, en lugar de fortalecer el crecimiento del debate y la participación, la izquierda sectaria (PO, PTS y otros) empezó su férrea disputa por las declaraciones (que ya habían sido votadas a principio de año): pusieron por delante la pelea por la definición sobre la situación nacional en pleno conflicto universitario, cuando lo más importante, lo que estaba unificando el trabajo y la energía de muchísimos estudiantes, eran las reivindicaciones educativas. Los estudiantes y agrupaciones que conformamos La Juntada consideramos importante la definición política en contra del lock out agrario, y al mismo tiempo contra el gobierno nacional. Pero creemos que los debates tienen su momento y lugar, y no deben utilizarse en forma mezquina y oportunista.
Las fuerzas que conducen nuestro centro de estudiantes han demostrado una y otra vez que entienden la política desde la producción en serie de consignas, excluyendo la reflexión. Utilizan las asambleas y los espacios estudiantiles para dirimir sus luchas políticas particulares, y no en beneficio de todos. Se especializan en evitar el crecimiento de experiencias políticas genuinas que no implican un rédito político para la acumulación de sus propias organizaciones. Cada vez que esto ocurre, lo que se está debatiendo en realidad es si creemos que el movimiento estudiantil puede jugar un papel en las luchas sociales o si, por el contrario, pensamos que sólo puede apoyar con 'pronunciamientos' la política que se resuelve en otro lado. Por el contrario, nosotros estamos convencidos de que el movimiento estudiantil tiene un papel que jugar en cualquier proceso de lucha social, y para eso tiene que poder apropiarse no sólo de los debates políticos generales, sino también llenarse de contenido propio y reconstruirse como tal.

LO PROFANO ESTÁ EN NOSOTROS

Muchos de nosotros nos identificamos con una serie de prácticas alternativas de producción de conocimiento (grupos de estudio, talleres, bachilleratos populares, etcétera), así como también con los debates que se vienen dando en algunas carreras, en cuanto a los planes de estudio. Dichas prácticas se dan frente a la lógica dominante que tiene como fin del estudio y de la producción los logros personales hacia el interior de la corporación. Así, se transforma al conocimiento en títulos, acreditaciones, puntos, elementos individuales en la competencia por los pocos espacios dentro de la universidad. Espacios a los cuales, muchas veces, sólo se termina accediendo por contactos o asignados clientelarmente.

Por otra parte, en las mismas prácticas que mencionamos, hemos visto las limitaciones que implica el bajo nivel de organización de un movimiento estudiantil que dispute en la correlación de fuerzas de las distintas carreras, que sea un actor decisivo a la hora de definir los lineamientos programáticos de las mismas. Esto, creemos, responde a dos cuestiones, aunque no se reduce a ellas. Por un lado, a la desarticulación en que nos encontramos como movimiento, más allá de los momentos coyunturales de movilización. Y, por otro lado, a una cuestión igual de profunda, igual de relevante para pensar nuestras prácticas: las formas en que está estructurada la producción del conocimiento en la universidad.

La universidad, como maquinaria reproductora de las ideologías dominantes, supone un entramado de poderes, de formas de gobierno, de sujetos y formas de concebir al conocimiento, pero también es un terreno de disputa, donde debemos intervenir y dar batalla. Al estar la universidad inmersa en el sistema de dominación actual, las formas de organizar la producción del conocimiento tienen un correlato con dicho sistema. Es así que nos encontramos, por ejemplo, con una clara división entre los que ejecutan (estudiantes que rendimos exámenes, absorbemos y escupimos bibliografía muchas veces pasivamente) y aquellos que componen una partitura: la del conocimiento académicamente legitimado (jefes de cátedra, directores de carrera, etcétera). Esta división, entre los estudiantes –sujetos rendidores de exámenes- y los elaboradores del contenido intelectual que los estudiantes reproducimos –que debemos reproducir para seguir siendo tales-, implica que hay quienes mandan (estudiar, escribir monografías con consignas previamente pautadas) y quienes rinden (cuentas, exámenes, etcétera). Así, si queremos seguir “en carrera”, nuestra tarea se ve reducida a rendir exámenes.

Esta división del trabajo, tiene un correlato específico también en una concepción extendida, en la cual la Universidad produce conocimiento, frente a La Sociedad, que lo recibe (de a acuerdo a lo que las clases dominantes consideren que la sociedad –léase el mercado- necesita para su reproducción). Nosotros entendemos que es necesario quebrar esta doble lógica: por un lado, reivindicamos las formas alternativas de producción de conocimiento, en las que colectivamente se decide y se investiga, pero por el otro, renegamos la denigración a la que los “gendarmes de la ciencia” someten a las experiencias populares, cuando no establecen vínculos prácticos con las mismas (crítica literaria que se piensa áurea, historiografía que se piensa como relevo ulterior de lo consumado, etc.). Entendemos que en las aulas, al negarse muchas veces la relación con lo que pasa en el aquí y ahora de lo social, está escondiéndose una verdad: las disciplinas toman a la experiencia de la sociedad, convirtiéndola en objetos de estudio fragmentarios, de manera tal que nosotros, estudiantes, nos formamos como observadores de objetos que en verdad están vivos. ¡La fragmentación disciplinaria es el lado oscuro de la calle!… Y cuando esto es silenciado en las aulas, es cuando en la mayoría de las carreras no se habla de epistemología, materia que es fundamental para indagar qué concepciones del conocimiento y de lo real tiene las disciplinas. La “Teoría del Loco lindo”, del investigador que vuela por las nubes de las teorías, por el mundo de las ideas, es el discurso dominante en una facultad que produce intelectuales sin rumbo.

Queremos algo más que obedecer o indignarnos. El carácter antidemocrático de la universidad, además de expresarse en la Asamblea Universitaria, se expresa en cada aula, en los institutos de investigación, en las cátedras.

Esto no quiere decir que decidamos tener una actitud marginal frente a lo dado: por lo contrario, asumimos el compromiso, con todas las contradicciones que conlleva, de ir a las Juntas de Carrera, con nuestras propuestas, pero siempre con una visión crítica, entendiendo que las Juntas tienen serias limitaciones a la hora de la desigualdad representativa. En las Juntas es posible discutir y presentar proyectos que tensionen las formas en que se decide el destino de las carreras. Y así como somos críticos de esta universidad, también entendemos que es sobre su existencia, tal como está dada, que motorizaremos los cambios que son posibles y necesarios. Debemos apropiarnos de los espacios en las carreras, para darles otras potencialidades, ya sea impulsando jornadas de trabajo interclaustros sobre los planes de estudio, promoviendo instancias que impliquen prácticas distintas a las tradicionales (por ejemplo, promoviendo las evaluaciones colectivas, las cátedras alternativas, etc.), y sobre todo impulsando la participación de nosotros: los estudiantes. Para construir desde ahora los cambios que prefiguren la sociedad y la universidad por venir, no se trata de esperar revoluciones que cambiarán todo por sí mismas, de un haz. Los mecanismos “estructurales” con que se gobierna la producción de conocimiento no tienen que inmovilizarlos, sino potenciarnos a comenzar nuestra apuesta de un cambio desde ahora.

Por supuesto, es un largo sendero que debemos construir colectivamente de a pequeños pasos en el día a día, en el cuestionamiento del porqué, el para qué y el cómo estudiamos. La reforma de los planes de estudio nos abre la posibilidad de poder no sólo profundizar estas discusiones, sino también de lograr articular las diferentes instancias alternativas; nos permite reconstruir el sentido social de lo que hacemos. Para ello también creemos necesario transformar de conjunto nuestro propio transcurrir como estudiantes, abandonar la conducta pasiva que sólo reproduce contenidos calentando la silla del aula y asumirnos como sujetos críticos, siendo conscientes de la existencia de estructural de las cátedras que permiten la presencia de programas de conocimiento que distan mucho de la pluralidad, existiendo, a su vez, formas de evaluación enciclopedistas y una estructura de gobierno de la universidad que ve al estudiantado como la plebe ignorante a conformarse con migajas a la hora de tomar decisiones.

Esta universidad no es sagrada, es posible y necesario cambiarla. Vamos por más presupuesto, pero también vamos por una universidad a la que le arranquemos el automatismo, donde los estudiantes nos asumamos como sujetos productores de conocimiento, donde seamos capaces de hacer carne nuestro poder real; en cada cursada, en casa apuesta a la historia por venir. Profanemos las estructuras de cursada y gobierno, debatamos los planes de estudio: gobernémonos.

Otra vuelta de tuerca: apuntes sobre democratización y LES

En los últimos años de la universidad pública nos hemos visto inmersos en una pluralidad de problemáticas. Hoy creemos que el abordaje y desarrollo de ciertos ejes es ineludible. Pensamos que una discusión sobre la universidad debería abordar la cuestión de la democratización en términos de la estructuración formal del cogobierno y su desmesurada desigualdad de representación. Así también, entendemos la democratización vinculada al reclamo de aumento presupuestario, dada la necesidad de pensar formas de distribuirlo que permitan una llegada real y concreta como lo exige una educación verdaderamente pública, gratuita y de ingreso irrestricto. En esta misma dirección reivindicamos la pluralidad de enfoques en la producción del conocimiento, cuestionando seria y constantemente la estructura feudal de la cátedra. Ampliamos el concepto de democratización a diversas esferas porque creemos que nuestra tarea es repensarlo y discutirlo en su totalidad, tomando en cuenta que siempre deberemos dar todos los debates y luchas que sean necesarios en este complejo camino.
Otro eje que consideramos fundamental repensar y problematizar es la autonomía universitaria. Largos debates nos debemos aún acerca de qué significa la autonomía hoy. Pero no podemos dejar de mirar con mucha atención las reformulaciones y los planteos acerca de la universidad que están empezando a circular desde el actual gobierno sobre la universidad pública y sus supuestos nuevos desafíos: las llamadas 'demandas de la sociedad'. Nos animamos a decir que la pelea contra la ideología neoliberal en esta etapa se da, entre otras cosas, alrededor de lo que ellos denominan la “pertinencia de la universidad” respecto de las 'necesidades sociales'.
Durante la década del noventa enfrentábamos la política educativa del gobierno nacional (fundamentalmente el menemismo, después la alianza) teniendo como base un análisis de las leyes - federal de educación y de educación superior -, es decir que para conocer la política, leíamos el articulado. A su vez poníamos en evidencia las carnales similitudes entre el discurso del gobierno nacional y las recomendaciones del banco mundial. Ambos atacaban sin disimulo a la educación pública, en particular la gratuidad y la autonomía de la universidad. No veíamos todavía que la regulación jurídica, los articulados, eran el resultado de una regulación ideológica que ya había sido exitosa -antes de las leyes- en imponer su visión sobre la educación.
Pero si este análisis, aunque ingenuo, era útil en los noventa, hoy ya no lo parece tanto. Contrariamente a lo que ocurría en ese momento, el gobierno actual intenta ubicarse no sólo como opositor a esa política educativa, sino también como quien viene a remediar sus males. Intenta despegarse retóricamente de los organismos internacionales que conformaban el 'enemigo fácil' en los noventa. Sin embargo, podemos advertir que el gobierno nacional sostiene y actúa en el sentido de la misma ideología neoliberal que caracterizó a las políticas educativas de los noventa. Se mantienen muchos de los pilares ideológicos que la configuraban, y cuando afirmamos esto no nos referimos únicamente a la privatización y al financiamiento mixto de la universidad. Conceptos tales como la pertinencia, la adaptación al contexto, la rendición de cuentas, los mecanismos externos de evaluación y acreditación, etc, son muestras de ello. Si en los noventa la 'adaptación al contexto' se leía en clave empresarial, hoy se lee en clave de “pertinencia”.
Encontramos que ante la perspectiva de la sanción de una nueva ley de educación superior, tenemos una disputa cultural e ideológica que dar. Tenemos por delante un arduo debate sobre qué universidad queremos. El cómo, va a poder ser dicho recién cuando atravesemos un debate masivo y profundo acerca de la democratización de todos los ámbitos de la universidad. El para qué va a poder ser dicho cuando nos metamos de lleno en un debate acerca de qué significa autonomía, para disputar con la moda de la 'pertinencia social', como nuevo mecanismo de control.
Transformar la universidad nos exige poner en pie a un movimiento estudiantil que pueda avanzar en la difícil tarea de repensar su papel. En la difícil tarea de sostener niveles de debate que hace mucho no nos damos. Sabemos además, que esa transformación no es posible sin un cambio en la sociedad toda. Democratizar la institución no esta separado de democratizar las relaciones en el aula. Revolucionar la universidad es, inevitablemente, revolucionar nuestro lugar en y por fuera de ella: vayamos a hacerlo.

Plataforma de ANTROPOLOGÍA


Dando la disputa en todos los espacios

Como en todos los años pares, este año nos toca elegir a quienes van a ser los representantes del claustro estudiantil en la Junta departamental de antropología. Es importante que esta situación nos lleve a pensar sobre las distintas problemáticas que atraviesan a la antropología como espacio académico y político en la producción del conocimiento. Generalmente vista como un espacio divorciado de la vida cotidiana de los estudiantes, la Junta Departamental no deja de ser uno de los lugares claves en la definición del trayecto que elegimos transitar. Como órgano de gobierno colegiado, la Junta Departamental de antropología, encuentra serias limitaciones a la hora de pensarse como estructura democrática para la toma de decisiones.

La falta de democracia de los órganos de gobierno de la universidad es un problema que lejos está de resolverse y nos implica no sólo como antropólogos sino como estudiantes en general y como sujetos políticos. Esta situación lleva, además, a agudizar este divorcio del que hablábamos, que se refleja en una actitud apática y en cierto escepticismo a la hora de recurrir a La Junta como espacio de disputa y debate político.

No se trata de lamentarnos por lo poco que se puede hacer, sino de profundizar las dimensiones y la incidencia de nuestro accionar político, agotando todas las instancias en las que seamos capaces de poner en juego una perspectiva transformadora. Esto implica, necesariamente, participar de la junta departamental. ¡Provoquemos grietas!

Este cuatrimestre la vida política del mundillo antropológico observó la irrupción de una novedad que poco tiene de nuevo. La reapertura de los debates sobre la necesidad de reformar un plan de estudios, cuyas limitaciones padecemos hace más de 20 años, deja de ser una idea vaga para transformarse en el punto neurálgico de los debates políticos contemporáneos. La reminiscencia más próxima nos retrae al año 2005. Muchos de los que estamos pensando y trabajando por la reforma de este plan nos vimos involucrados en aquel año en similares debates con pocos resultados prácticos. No esperamos plasmar en este pequeño documento el resultado de esta experiencia, pero sí resaltar la importancia que le estamos dando a la hora de pensar el nuevo plan al camino recorrido por todos los que nos antecedieron. La idea que guía nuestra participación y –creemos- la de todos los compañeros con quienes nos hemos estado reuniendo sábado tras sábado, es que necesitamos darnos el tiempo y el espacio para avanzar, no sólo en los debates filosóficos y epistemológicos que flotan en lo alto, sino en la generación de nuestros propios consensos y en la posibilidad de plasmar el laburo en una propuesta colectiva y plural de cara a las jornadas interclaustros convocadas desde el departamento.

Otro aspecto que no llama la atención al trazar paralelismos es el estrecho vínculo que existió en ambas oportunidades con la lucha por más presupuesto para la educación. Es que a la hora de pensar el rol de las ciencias sociales, nos debemos remitir a la valorización que el Estado y los gobiernos nos reservan.

¡No somos ciegos! Es evidente que las tensiones y contradicciones que hacen a la reproducción antidemocrática de feudos profesorales, monopolio de recursos, becas y rentas, así como la problemática presupuestaria, son parte de un marco político y económico del sistema social que toma como rehén a nuestras aspiraciones de cambio. Pero no podemos esperar a la revolución para empezar a motorizar y prefigurar los cambios del mundo futuro que soñamos y por el que luchamos (leerlo con tonada de líder revolucionario latinoamericano le mete onda).

Todo esto que decimos está vinculado a como concebimos la práctica política y la acción colectiva. Lejos estamos de querer proponerte la verdad revelada o la solución a todos los problemas de nuestras vidas. No existe una verdad o un mecanismo infalible, una receta para convertirnos en garantes de cambio. Nuestra forma de pensar la política nos exige que aspiremos al desarrollo de instancias plurales de debate y de toma de decisiones, para que la práctica política desarrollada en los espacios institucionales no sea acción de individuos sino de sujetos colectivos. Esto no es posible sin una apertura de nuestros espacios como estudiantes y una mayor circulación de la información. ¡Que no te la cuenten!

Proponemos:

-Boletín público de la Junta Departamental (electrónico si nos chicanean con el presupuesto) que incluya: resoluciones y posturas de mayorías y minorías de los tres claustros.

-Reunión abierta y periódica del claustro estudiantil para que las políticas desarrolladas por los representantes sean producto de la deliberación colectiva.

-Creación de una publicación académica garantizada por el departamento que permita la difusión de trabajos realizados por los estudiantes.

-Apertura inmediata de una comisión interclaustros democrática para organizar el X CAAS en nuestra facultad, de cara a 2011, que asegure la participación de los estudiantes en la toma de decisiones para desarrollar esta instancia formativa pública y gratuita.

-Apertura de una comisión para efectuar una revisión de la bibliografía de las materias y garantizar que se cumpla nuestro derecho a acceder a la bibliografía en castellano y que todas las materias publiquen en el Cefyl.

-Promover la organización de charlas, talleres y comisiones que hagan aportes teóricos y prácticos a nuestra formación profesional.

Además, creemos necesario articular todas las instancias posibles para desarrollar la lucha por:

-Democratización de la Junta departamental: mayor representación estudiantil, claustro único docente y que la junta tenga carácter resolutivo.

-Reforma integral del Plan de Estudios (fortalecimiento del grado y del enfoque metodológico, prácticas de investigación y extensión, nuevas metodologías de evaluación)

-Apertura de Cátedras paralelas.

-Sostener el derecho a la pluralidad ideológica y metodológica.

-Derecho a la tesis colectiva.

La Juntada en la Junta

¿ahora qué? ¿por qué? ¿para qué?

Desde los estudiantes de antropo y arqueo que formamos parte de La Juntada creemos que este año tenemos una oportunidad de empezar a pensar un cambio en lo que ocurre en la Junta Departamental de Antropología. No se trata de ofrecer verdades absolutas, recetas mágicas o estrategias infalibles. Mucho menos de buscar entre nuestros compañeros al enemigo interno (inexistente) o denostar a aquellos que piensan y construyen distinto a nosotros. La importancia de debatir, pensar o elegir radica en sopesar distintas perspectivas y proyectos a la hora de concebir la política, la acción colectiva y al sujeto de un cambio, así como las posibles implicancias prácticas de las propuestas sugeridas.

Para empezar a pensar esto, no está demás conocer el terreno en que nos movemos. Esto significa remarcar el carácter antidemocrático de la junta de nuestra carrera, que dicho sea de paso, es de carácter consultivo; las decisiones, en última instancia, son tomadas en el Consejo Directivo de la Facultad. La distribución de las representaciones adolecen, al igual que todas la estructuras de cogobierno universitario, de una sub-representación estudiantil (Profesores: 4 representantes, Graduados: 3, Estudiantes 3), de un desdoblamiento de la planta docente en dos claustros y del hecho de que en el claustro de profesores sólo es posible la participación una pequeña porción de las elites profesorales”.

Este panorama se ve agravado en la coyuntura actual por el monopolio de las representaciones de profesores y graduados por parte del bloque que dirige el decano Trinchero; por dos motivos: uno vinculado a la intención y al proyecto político de este bloque y otro de carácter institucional-estructural. Ambos se implican mutuamente.

¿Lo qué? Sería imposible hacer un análisis exhaustivo de una institución tan compleja como la UBA en un papel que pretende ser corto. Basta con que observemos el carácter casi feudal con que son distribuidos los cargos, rentas, becas y proyectos de investigación (escasos, además, por la falta de presupuesto –aunque no sólo- y de concursos o por la ilegitimidad de gran parte de ellos) y como este requiere del despliegue de una complejísima red de lealtades, relaciones asimétricas, de poder y dependencia, que coartan muchas posibilidades de pensar siquiera en un cambio que afecte dicho monopolio de poder político hacia el interior de la institución y de la disciplina.

Por otra parte, y no debe ser una novedad para muchos de nosotros, quienes hoy representan a esta mayoría en la junta han desarrollado fuertes vínculos con el gobierno nacional y son garantes del proyecto que el kirchnerismo se reserva para la Universidad Pública en general y las Ciencias Sociales en particular. ¿Qué significa esto en los hechos prácticos? La voluntad política del decano y su gente no está orientada a trabajar junto a los estudiantes y docentes para exigir a quien corresponde (el gobierno nacional, obviamente) el aumento del presupuesto y de los salarios, así como la priorización de la educación pública por sobre los intereses de los monopolios empresariales y los organismos internacionales. Por el contrario, este grupo pretende ajustarse al ahogo presupuestario y mantener un estado de equilibrio en la caja de la facultad. Recortar cargos, evitar la proliferación de cátedras paralelas, aumentar la generación de recursos propios y privados y, ¿por qué no? acortar planes de estudio y trasladar contenidos a los posgrados. Ya te imaginarás como le viene de bien todo esto, de paso, para mantener control hegemónico en los espacios de poder mediante las lealtades institucionalizadas. Además está la platita de los recursos propios y fondos privados mejor no hablar de ciertas cosas.

Pero volvamos a nosotros, los estudiantes. ¿Qué papel podemos jugar si ya se repartieron las cartas y ni para mentir un envido tenemos? Tratando de no caer en cumplir un rol meramente testimonial, podemos adoptar el camino de la acción colectiva y la presión. Pero la presión sobre un cubo de hormigón armado (bastante bien armado) no debe hacer demasiado en la superficie, ¡menos en la estructura! Sobre todo cuando somos pocos o estamos demasiado recelosos de cuidar que el de al lado, el o la compañera, no me venga a joder con que quiere las miguitas de la torta que, mal repartidas y todo, aunque sea me tocaron.

Es por esto y mucho más, que nos parece importante que nuestro papel en la junta juegue en varios sentidos. Primero que nada, estaría piola que ayudemos a que la información circule entre nuestros compañeros regularmente. Que las posturas y los debates que intervienen en la toma de decisiones sean de público conocimiento para que dejemos de lado la partida de ajedrez entre burócratas y la junta esté obligada a funcionar de cara a la comunidad a la que debería responder.

Siguiendo con este espíritu, esto debería obligarnos a generar las instancias de debate y decisión para que los representantes estudiantiles y los estudiantes en general podamos intervenir como un sujeto colectivo. Estas instancias ayudarían bastante si tuvieran una regularidad y dinámica de laburo por consenso que trascienda las asambleas que generalmente son cuando ya estamos al horno con algo o cuando a alguna de las fuerza les/nos sirve (guarda que a lo mejor nos devuelven la guita del CAAS justito antes de las elecciones. O mejor, durante, si es ¡así los votamos, de cabeza!).

En tercer lugar, nos parece más que urgente trabajar para construir lazos con los graduados que no están hasta las manos con la gestión (son bastantes más de los que creemos) para articular políticas, debates y acciones conjuntas, ¿no te parece? Ya sabemos que es difícil y que están más atados que nosotros al sistema, pero empezar a cambiar las reglas del juego depende de todos nosotros.

Por último, pero no por eso menos importante, suponemos que, si bien son pocas y muy limitadas las iniciativas que se puedan lograr desde la junta, todas ellas apuntan a generar las grietas necesarias en ese bloque de hormigón al que nos hemos mal acostumbrado. Pero para que todo esto suceda es necesario que lo hagamos juntos, que se escuche la pluralidad de nuestras voces en la Junta de Antropo. ¡Que no te la cuenten!

En Busca del Asado (¿o la arqueología solo se contenta con los huesos?)

En serio... nadie puede creerse que la orientación arqueológica en Antropología ha establecido un mecanismo maquiavélico, que impide el despegue de la misma como generadora de la historia de los vencidos. Sería ingenuo creer que no existen formas más efectivas e inmediatas que hielen el caldo de cultivo de las luchas (Siempre va a estar asechando el palo antes que el alzheimer). Ahá. Buceemos entonces sobre los aspectos que de todos modos restan a la hora de conformarnos como agentes de cambio (cualquiera que este sea).

En primer lugar, no tenemos una base epistemológica en general y teórica en particular. Solo discutimos sobre cómo se conforma nuestro objeto de estudio en una materia de quinto año que, a pesar de ponerle pilas, no llega a cubrir los baches que dejan las preguntas básicas: qué, cómo y por qué. En consecuencia, nos da lo mismo que los autores leídos en el transcurso de la carrera conciban la realidad como un sistema o como un texto, pues la lógica subyacente, la cual validaría sus conclusiones, nunca se nos presenta para ser discutida. A veces tenemos ligeras sospechas: ¡hay gato encerrado!… pero ¿¡quién lo encerró!?

Por lo anterior, no sorprende que en primer lugar no se le dedique más que una carilla a la Teoría en las tesis de licenciatura y que nos resulten inútiles las materias del tronco común, pues en definitiva basamos nuestras investigaciones en postulados mayormente nacidos de la ecología y la biología. Indudablemente, esto se ve consolidado con la ausencia de materias como Epistemología, Teoría Sociológica, Teoría Antropológica Contemporánea o incluso metodología para antropología social en nuestra orientación. Por lo tanto, el profundo sentimiento de independencia dentro de la carrera, entre los miembros de esta rama, no es casual.

Una posible consecuencia de esta falta de reflexión, es el mínimo número de instancias en las cuales podemos pensar sobre el impacto de nuestro rol dentro de la sociedad mayor. Asimismo, cómo se ve influenciada nuestra interpretación por corrientes de pensamiento políticas o económicas y, por último, cuáles son las herramientas arqueológicas que pueden ser utilizados por el resto de los científicos sociales que trabajan en sociedades contemporáneas (en definitiva, poseedoras de un pasado).

Indudablemente, las instancias de trabajo interdisciplinario (con sociólogos y antropólogos) podrían minimizar esta situación. De igual modo, los proyectos de investigación no dejan de estar diseñados por arqueólogos que decidirán si incluir o no a las comunidades locales como sujetos a ser interpelados. Por lo tanto, si bien se contempla a estas en la práxis de algunos grupos de investigación, su número podría verse reducido en el futuro si se cercena nuestra formación como antropólogos (y por ende, críticos de nuestra realidad actual).

De igual modo, el espacio de la Arqueología histórica sigue quedando postergado, a pesar de ser uno de los campos que más ha crecido en los últimos años. La carrera no puede quitarse ese lastre que la dejó atada a la Prehistoria (lo problemático del término no siquiera es necesario abordarlo acá), siendo escasas las instancias donde se tratan problemáticas urbanas o que se imbrican en la materialidad de procesos sociales contemporáneos. Entonces, desde que cursamos HTA tenemos las herramientas críticas para desnaturalizar esa división del trabajo decimonónica, pero luego lo vemos reproducido en nuestra cursada…

Seguramente, lo aquí señalado es tan fragmentario como el Registro Arqueológico, debemos estar dejando fuera prioridades que no están siendo atendidas. Por ello, nos gustaría escuchar tu opinión (sí, a vos, el estudiante de arqueología que ya no se banca que lo tilden de despolitizado y conformista). La carrera tiene un potencial que está siendo desperdiciado, está en nuestra generación decidir si quedarnos con las migajas (léase los huesos, las lascas y los platos pato). Discutamos y armemos propuestas en estas Jornadas y también empecemos a disputar otros espacios: indudablemente, la facu no nos va a dar todo.

10 claves para entender las discusiones sobre el Nuevo Plan de Estudios de Antropología

Este resumen (algo pretencioso) fue pensado para los distraídos, los descreídos (con razón) o los que no pudieron asistir a las reuniones de discusión y quieren participar de las próximas Jornadas interclaustros. Pero no nos gustaría dejar de mencionar que las mismas fueron planteadas desde Graduados y Profesoras para que se discutiera solo un día sobre un esquema redactado por una comisión ad hoc. Dado que nada demasiado plural puede salir de una propuesta edificada mediante 3 personas y un montón de figuras fantasmagóricas, los estudiantes fuimos por más: esta comisión sólo debía proponer una estructura de debate, no una propuesta cerrada.

En este clima enrarecido tiramos algunas puntas para tener en cuenta…

  1. Garantizar los puestos de trabajo de los actuales docentes: Es el punto de partida. Lo cual no debe ponernos orejeras: no es cuestión de maquillar el actual plan abriendo paraguas. Una reestructuración profunda traería revuelo si consideramos que muchos docentes deberían dictar contenidos nuevos dentro de su repertorio y demás está decir que se debería llamar a concurso para abrir otras cátedras… la torta se dividiría en más porciones y con ella el poder político. ¿El Trincherismo la aceptaría?

  1. Mayor flexibilidad en la carrera: Se planteó tener 6 materias como tronco común. Pero ¿de dónde salió este número mágico? ¿Acaso aseguraría que la actual gestión se siga guardando el derecho de admisión gracias a la continuación de sus cargos? Luego se completaría con materias obligatorias y optativas para social y arqueo y habría una serie de sugerencias según la orientación elegida. Tantas libertades no vienen solas, tendríamos un Tutor que nos guiaría el camino… pero, quién sería este tutor, ¿un profesor nombrado con renta, un profesor por nombrar a ser rentado o un estudiante avanzado o recién graduado con ganas de seguir laburando gratis? Esta última es la opción que vienen barajando los docentes/graduados. Muchos estudiantes de arqueología ven problemáticas las materias del tronco común porque no incluyen contenidos arqueológicos. ¿Esto se resolvería asegurando la inclusión de abordajes arqueológicos o separando más aún orientaciones que tienen tanto para decirse reduciendo las materias en común?

  1. Terminalidades: ¿de qué me recibo? Sabemos que todos terminaríamos siendo antropólogos con “orientación en” o como profesores de Media y Terciarios. Bien, sabemos que en la actualidad hay un terreno extenso, el de la Gestión en políticas públicas o recursos culturales y, en el cual, se están insertando laboralmente egresados de esta casa de estudio sin haber cursado algo más que un seminario para ejercer dichos cargos. Una posibilidad que se planteó este año es que pudiéramos formarnos tanto como investigadores como mediadores e interventores (o todo lo que entre dentro de este saco). De esta manera tendríamos cátedras especialmente dedicadas a la formación de funcionarios a desenvolverse en el ámbito público y privado. En el caso de la docencia, esta actualmente cuenta con dos materias anuales. Una de las propuestas que andan flotando (comentada por la actual Jefa de Cátedra de Didáctica especial) es reforzarla con otras. Por ejemplo, se habló de la necesidad de una materia histórica de Latinoamérica dado que Historia es una asignatura que en el nivel medio requiere de una profundización con la que actualmente no contamos.

  1. Un eje metodológico-epistemológico:

a) Hay un consenso sobre su importancia y su presencia en el plan futuro, pero su carácter aún es fruto de discusión. Por ejemplo, entre los estudiantes entendemos la necesidad de una materia como Epistemología al comienzo de la carrera, pero ha esta le debería suceder una segunda instancia que contemple a las teorías antropológicas y arqueológicas en clave epistemológica. Ahora bien, ¿debería haber una metodología compartida entre ambas orientaciones para luego dar lugar a los métodos y técnicas correspondientes a la antropología social y a la arqueología?

b) Desde graduados la propuesta ha sido dedicar un cuatrimestre a lo epistemológico. Luego se tendría una primera materia donde se trabajaría EL problema de investigación. Esto vendría a resolver un punto problemático en nuestro plan, pues actualmente se llega al Seminario Anual de Investigación en el último año sin tener instancias previas para pensar sobre qué se quiere investigar. Ahora bien, ¿es útil dedicarle un cuatrimestre entero a la creación del problema a resolver en la tesis si aún no se tuvieron materias de contenido o de técnicas de recuperación de información? Además de resultar problemático que te “cases con una temática” recién en tus primeras materias. A esto se suma que en la “metodología II y III” te dedicarías a diseñar tu proyecto (sin tener una instancia para explorar sobre metodologías alternativas…). Este panorama nos llevó a los estudiantes, a plantear no solo una epistemología troncal y plural sino una metodología que permitiera también continuar las formas de investigar según el posicionamiento que se tiene frente al objeto/sujeto de estudio.

c) No poseemos una Metodología de la Investigación Histórica. El trabajo con fuentes, escritas, gráficas (fundamental en la arqueología) no es abordado en ninguna materia, quedando relegado a un seminario. ¿De qué manera se incluiría en el plan actual?

  1. El eje Histórico: ¿Es suficiente Historia Social General? La potencialidad de nuestras construcciones dependen en gran medida de su anclaje con la realidad. Es por eso que resulta fundamental entender las dinámicas sociales de acuerdo a sus circunstancias históricas como así los contextos de producción de los investigadores que nos precedieron. Falencia que es por demás obvia en nuestro plan actual. ¿Cuántas Historias? ¿Son suficientes las que nos ofrece Filo? ¡A discutir!

  1. La “salida al campo”: No garantizada por el Plan actual. Los estudiantes tenemos dos opciones: o auto financiar nuestra investigación o insertarnos en un equipo de investigación. ¿Contemplará El Nuevo Plan partidas presupuestarias para que exista una articulación real entre los equipos de investigación subsidiados y la formación de grado? Una opción es efectivizar el cumplimiento de “créditos” que oficialicen la enseñanza paralela a la que debemos recurrir si nos queremos tomar en serio la carrera (cumpliendo horas de trabajo en laboratorios o desgrabando). La misma, si bien es actualmente efectiva, se nos presenta como aleatoria y a veces, por demás errante.

  1. El tronco común: Las sistemáticas: ¿sigue siendo útil la división? y a su vez, ¿es pertinente hablar de orientaciones en Sistemática I, cuando se relegan contenidos sobre arqueología para plasmar el programa de una cátedra? Obviamente es un aspecto a debatir y ha no cerrarse, porque en primera instancia debemos hablar de contenidos mínimos y no cómo estos van a ser compartimentados en materias específicas. Quizá un cambio radical no sea necesario pero sí hacer hincapié durante la cursada en el interjuego entre las tres áreas de análisis.

  1. El tronco común: Historias de la Teoría antropológica (¿y arqueológica?): Al menos en el claustro estudiantil reconocimos la necesidad de incluir las teorías surgidas en los procesos de descolonización iniciados en los `60 como también la necesaria contextualización de cada escuela surgida en la metrópolis. Es decir, dar lugar a las producciones propias del tercer mundo como su influencia en el pensamiento antropológico contemporáneo.

  1. Cátedras Paralelas: cri, cri… bola de estambre en un paisaje árido… árido.

  1. ¿Antropología y Arqueología para qué? El vínculo entre el antropólogo/arqueólogo y la comunidad no solo puede devenir en un enriquecimiento de las comunidades locales donde se trabaja (que muchas veces requieren de elementos simbólicos para conformar una historia que los distinga y los una). Sino también para el investigador que por lo general, pierde la dimensión de su trabajo y no repara en su deuda con la sociedad y que es justamente ese compromiso el que debe dictar sus pasos. Crear conocimiento en abstracto, no solo es inocente, sino imposible. En nuestra facultad contamos con grupos de estudiantes que se juntan a pensar sobre la manera de hacer llegar el conocimiento producido a la realidad cotidiana. Evidentemente, el plan actual no repara en esta articulación. Posiblemente el actual proceso de reestructuración sea nuestra única instancia de redireccionar nuestras potencialidades, dándonos un lugar para aprender a difundir lo que hacemos y a trabajar por la recuperación de la identidad de aquellos que nos encuentran en la “salida al campo”.