lunes, 13 de octubre de 2008

Un Centro CON estudiantes

Desde La Juntada pensamos que la situación del CEFyL ha llegado a un punto en que el Centro de Estudiantes se ha desnaturalizado como tal. La realidad es que muchas veces, cuando pensamos en el centro, se nos viene a la cabeza una fotocopiadora y a lo sumo una asamblea cada tanto (en general con final poco feliz). Por eso, nos animamos a decir que hoy prácticamente no tenemos un Centro de Estudiantes; es decir, una herramienta gremial donde participen activamente y se sientan representados la mayoría de los estudiantes. Falta ese espacio de encuentro, de debate, de participación para el conjunto.
Como en otras oportunidades ha ocurrido, pueden intentar meternos el fantasma de la derecha, de la Franja y de los K. Pero es una mentira oportunista para retener el centro como si fuera un botín. No nos dejemos engañar, la alternativa no es la derecha que no gana hace mucho tiempo; la alternativa es la izquierda independiente. A esta altura no caben las excusas: hace 11 años que la actual conducción del CEFyL (MST), se mantiene ininterrumpidamente en la presidencia (hoy junto al PO, PCR). Por eso a veces nos sorprende un poco cuando sus mismas campañas llaman a la 'participación' y a la 'democratización'. ¿No tendrían que ser un poco más auto-críticos? ¿No consideran que si hace 11 años conducen el Centro y los estudiantes no participan, les cabe por lo menos una cuota de responsabilidad?

El actual modelo de centro está agotado: Un Centro de Estudiantes no puede identificarse totalmente con las agrupaciones que lo ganan en las elecciones. Al contrario, debe ser una herramienta gremial, es decir, un espacio más amplio y superador que las corrientes políticas que eventualmente lo conducen.


Siguiendo esta lógica, la mayor parte de las fuerzas políticas de la facu, incluyendo a la conducción, que quiere perpetuarse en estas elecciones con el Frente Estudiantil de 'Unidad', terminan reduciendo el centro a convocatorias a una asamblea de vez en cuando y a las marchas folklóricas. Es muy importante hacer asambleas y participar de manera consecuente en la lucha por un urgente y necesario aumento de presupuesto. Pero si las asambleas y las marchas no son convocadas con anticipación y objetivos precisos; si no son un lugar donde todos puedan hablar, además de las agrupaciones que se pelean entre sí, entonces nadie puede sorprenderse de que cada vez participen menos estudiantes; o de que quienes participan, muchas veces no vuelven a hacerlo porque no se sienten cómodos ni representados por los debates que se allí se presentan, que en más de una ocasión rozan lo bizarro. Además, la asamblea no puede ser el único espacio de participación en un Centro de Estudiantes. En cambio, deberían existir comisiones abiertas, espacios físicos de recreación, espacios de producción cultural, académica y política, etc. Pero nada de esto ocurre. Así, nadie sabe cuál es la institucionalidad del centro de estudiantes, ni su forma real de funcionamiento; cuáles son sus secretarías, cuándo y de qué forma funciona su Comisión Directiva, etc. De esta manera es lógico que la mayoría de los estudiantes sintamos al Centro como un espacio ajeno a nuestras preocupaciones e intereses.
Digamos basta y construyamos un centro CON estudiantes, verdaderamente participativo y democrático, organizado desde los cursos para poner en pie al movimiento estudiantil.

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