A casi dos semanas de empezadas las clases en Filo se va perfilando cada vez con más claridad qué modelo de Centro de Estudiantes defiende la actual conducción (PO-PTS). Si bien asumieron como conducción ya a mediados de septiembre de 2013, quizás con bastante voluntad se podía pensar que esos últimos tres meses del año fueron un proceso de “acomodamiento” a su nuevo rol y que muchos de los cambios anunciados con bombos y platillos durante la campaña electoral debían esperar un poco más. Quizás en febrero y principios de marzo, cuando vinimos a rendir finales o cursar alguna materia de verano se podía pensar que todavía no había arrancado el año propiamente dicho, y que entonces había algunas cosas aún por preparar. Sin embargo, cuando ya está terminando marzo y se cumple más de medio año del Partido Obrero en la conducción del CEFyL, hay cosas que no pueden ya pasar como “olvidos” o “acomodamientos” y pasan a depender de la voluntad política de la actual conducción y del modelo de Centro de Estudiantes que deciden impulsar.
En particular nos interesa llamar la atención sobre el funcionamiento de los espacios de gestión del CEFyL (fotocopiadoras y comedor), que dejan bastante que desear. Si bien en la campaña electoral se llenaron la boca hablando de las becas de apuntes que el CEFyL debía garantizar, incluso prometiendo darlas cuando fuesen conducción, lxs estudiantes de Filo las seguimos esperando. No sólo no hay becas del CEFyL, sino que los precios están por las nubes. La diferencia entre el precio de la fotocopia en el Centro y en los locales de afuera se hace cada vez más chica, sin contar los $6,50 que hay que pagar por un café ínfimo (el que el año pasado costaba $4).
Sin dudas la coyuntura económica nacional tiene su impacto en la subida de los precios de todo, y también es así en el CEFyL, de eso podemos dar cuenta. De lo que no podemos dar cuenta, sin embargo, es de la irresponsabilidad política de anunciar cosas que después no se cumplen. Justamente con una situación económica tan difícil, no debería anunciarse así como así la implementación de un programa de becas por parte del Centro que después no se lleve adelante. Por otra parte, en las fotocopiadoras del Centro no hay casi ningún apunte que se haya mandado a imprenta, por lo que el beneficio de pagar algún texto un poquito más barato no existe. Y esto ya no depende de la inflación, ni de la gestión, de Cristina, Capitanich, ni nadie… sólo hace falta un poco de organización, trabajo y voluntad para recopilar los materiales, mandarlos a imprenta con alguna anticipación, y tenerlos listos y más baratos cuando se necesitan.
También lamentamos el abandono de la iniciativa del Menú del Día que incorporamos en el Comedor cuando desde La Juntada asumimos la conducción del Centro hace algunos años. Creemos que no era poco tener la posibilidad de almorzar o cenar en la facultad por $6, y que el Partido Obrero haya decidido no seguir con esta política no hace más que sorprendernos. Ni siquiera está presente algún tipo de reclamo por estas cuestiones: el año pasado la lucha por un Comedor Universitario estuvo presente durante todo el año, mientras que en el comienzo de este 2014 brilla por su ausencia. Estos aumentos de precios podrían ser justificados si los estudiantes que trabajan en el Centro hubiesen percibido algún aumento de sueldo (algo que, también teniendo en cuenta la coyuntura económica nacional, hubiese estado bien). Sin embargo, siguen cobrando lo mismo que en septiembre pasado.
Poder trabajar en el Centro de Estudiantes ingresando sin ningún requisito (sólo ser estudiante de Filo) y por medio de un sorteo entre todos los postulantes es algo que sin dudas puede ayudar mucho a lxs estudiantes que están sin trabajo a bancarse su estudio. Por lo menos, así lo consideramos siempre desde La Juntada. Sin embargo, dudamos ahora de que ésta sea también la concepción de la actual conducción: el sorteo de los puestos de trabajo fue tan poco difundido que se anotaron 400 personas menos que al del año pasado (poco más de 200 en lugar de 680). La posibilidad de esa ayuda, entonces, queda bastante disminuida. Y más disminuida queda cuando la conducción decide unilateralmente sortear menos puestos que los que corresponden: aunque los cargos políticos de la conducción al interior de los espacios de gestión siguen siendo la misma cantidad, ahora hubo un recorte de tres puestos en el sorteo, lo que achica aún más las posibilidades de los estudiantes de acceder a esos puestos.
Lxs compañerxs del Partido Obrero no se cansan de culpar a “la anterior conducción” por los problemas que tiene el Centro de Estudiantes en lugar de apostar a solucionarlos. Sin embargo, les recordamos que el traspaso se hizo una semana después de las elecciones (y esa semana transcurrió sólo a pedido de ellos): a mediados de septiembre pasado. El link a las actas firmadas de común acuerdo esta acá para que cualquiera las pueda consultar. Ninguna deuda, sino todo lo contrario: las fotocopiadoras y el comedor con apuntes y productos que ya estaban pagados. Culpar a La Juntada por los problemas que tiene el CEFyL (cuando hace más de 6 meses que se hizo el traspaso de conducción) es no querer hacerse cargo de los errores propios, y eso en una conducción es algo cuanto menos complicado. En lugar de culpar a la “anterior conducción” por los problemas que enfrentan los espacios de gestión del Centro, llamamos a la “actual conducción” a hacerles frente y solucionarlos como intentamos hacer desde La Juntada: construyendo todo el año.
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