Sin embargo, la ruptura del vidrio de la 144, los cortes de luz y los problemas con el agua no son del todo una novedad en nuestra Facultad. Estas cosas ya vienen pasando hace tiempo, sólo que con la tormenta la situación se exacerbó al extremo. No es la primera vez que no tenemos clase por falta de agua, no es la primera vez tampoco que en la facultad se corta la luz a cada rato… ya no sólo no entramos en algún práctico sino que a veces tampoco entramos en las aulas que nos asignan para los teóricos.
La pelea que venimos dando hace años por el edificio toma hoy un nuevo impulso: a veces casi naturalizamos el hecho de cursar en el piso, desde el pasillo y hacinados, pero hoy directamente se levantaron varias clases por la imposibilidad de sobrellevar actividades académicas en un edificio en estas condiciones. El cumpa que se lastimó con el vidrio de la 144 da un indicio más de lo que los estudiantes venimos diciendo hace tiempo: cursar así no sólo no es adecuado, sino que a esta altura ya se vuelve peligroso! El colapso que vivimos hoy en Filo demuestra, además, la total falta de mantenimiento de nuestra facultad. Si se inundó el hall de planta baja no fue porque el agua entrara de afuera, sino porque las rejillas del patio están tapadas. Todos los vidrios que se rompieron fue en gran parte por el granizo, pero también porque hace años que los vemos rajados. Y mientras, la puerta de Bonifacio sigue cerrada…
De poco sirven las puertas antipánico si tenemos el agua por los tobillos, de poco sirve también el cableado a nuevo si la luz se sigue cortando. Esas refacciones son necesarias pero nunca suficientes ni prioritarias. Los sucesos de hoy suman un motivo más para copar la asamblea del jueves 12 a las 19 hs. en el hall del 3er piso.
Que no te la cuenten!
La Juntada – Conducción del CEFyL
Aula 144
Subsuelo
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