martes, 8 de marzo de 2011

Boletín de Historia - Marzo 2011



Mapa de la Carrera:


Editorial
¿Quienes somos?

Quienes conformamos La juntada en historia hace un tiempo ya que nos venimos reuniendo con el objetivo de reflexionar y actuar intentando transformar aquellas cuestiones que no nos cerraban de nuestra carrera. Con muchas limitaciones, las típicas de aquellas búsquedas políticas que no parten de la suposición de que sabemos las respuestas para todo, fuimos proponiendo espacios y actividades al conjunto de la carrera, teniendo siempre como norte aportar a la reflexión crítica y creativa de lo que producimos y reproducimos como futuros historiadores.

Entre otras cosas, hicimos charlas y seminarios, presenciamos todas las reuniones de la Junta Departamental – aunque no tengamos representación – y difundimos todo lo que pasaba allí haciendo y socializando informes (los podés ver en www.lajuntadaenhistoria.blogspot.com). Creemos que el manejo de la información es una de las premisas fundamentales para organizarnos y poder actuar sobre la realidad circundante. Además, difundimos, impulsamos y participamos de las primeras jornadas por la reforma del plan de estudio que comenzaron en el 2009 y durante el 2010, a pesar del reflujo continuamos con las reuniones para discutir qué carrera tenemos y cual queremos con compañeros estudiantes y algunos docentes.

Nuestra carrera


Comenzamos un nuevo año y queremos compartir algunos balances que hicimos acerca de la carrera, producto de la reflexión colectiva que estuvimos haciendo en distintos espacios. Venimos de un 2010 que no dejó una sabor medio amargo al ver que no se avanzado nada con la reforma del plan, pese a algunos intentos de instalarlo por parte nuestra, del director de la carrera y un sector de graduados. Este plan tiene más de un cuarto de siglo, ha quedado anacrónico aislado y sin relación alguna con la realidad social y política del país y el continente.

Sin ser nada rebuscado, cualquiera que se ponga un rato a pensar sobre la carrera, tardará poco en darse cuenta que la investigación no es un aspecto al que se le dé mayor importancia, ni en la cursada ni en las materias. Pensará, entonces, que la carrera de Historia en la UBA está orientada hacia la docencia… hasta que cursa las didácticas. En ese momento, caerá en la cuenta de que nuestra carrera no es más que un cúmulo de materias en el que vamos aprobando cursos donde la tendencia político-historiográfica a la que adscribe cada cátedra se desdibuja - haciéndose pasar por neutral - en la medida en que no se nos ofrece un marco teórico adecuado que permita desarmar las pretensiones universalistas de ciertas visiones monolíticas de la historia.

Claro que, detrás de la fachada de la neutralidad, se esconde siempre un posicionamiento. No existe una historia neutral (y por lo tanto un historiador neutral): tanto la investigación como la producción de conocimiento implican una toma de posición. No todos los historiadores y docentes que leemos y/o escuchamos asumen públicamente aquella causa por la que militan. Quienes, por ejemplo, nos relatan la conquista en términos de “encuentro”, la formación de los Estado-Nación y la expansión y explotación capitalista casi como un proceso natural, carente de conflicto -aunque no lo digan- también están tomando postura.

A la ausencia de marco teórico, se le suma la falta casi escandalosa de herramientas que nos permitan investigar y producir conocimiento historiográfico nuevo (¿alguien vio alguna vez una fuente? Y no hablamos del coso que tira agua para arriba!!).

Otro punto de confusión generalizada radica en el rol social y la relación con el “afuera” que tiene nuestra carrera. Una disciplina como la historia no puede estar al servicio de la carrera misma y punto. Es decir, no debe encerrarse en las cuatro paredes de un aula y solamente salir de paseo a un congreso o unas jornadas. Si le agregamos a esto que en repetidas ocasiones la historia que se viene escribiendo adolece de todo tipo de mirada crítica, tenemos como resultado una disciplina endogámica y legitimadora, que abona a esta cultura académico-política elitista que desliga el saber del hacer.

Claramente, el propio perfil de sujeto “historiador” que la carrera construye implica determinadas concepciones de lo que es la Historia en tanto ciencia social, del para qué y del para quién de la misma. Si por una de esas cosas de la vida, al entrar a la carrera uno pretendía vincular la investigación histórica con la construcción diaria de una realidad mejor, es muy probable que día a día se decepcione un poco más de la academia: si hay algo de lo que carece casi completamente el plan de estudios de la carrera de historia es de vocación de compromiso con la sociedad a la que hace referencia, o sea, con los actores que cotidianamente la construyen. 

En fin, a veces tenemos la extraña sensación de estar condenados a cortar y pegar una y otra vez las mismas cosas que ya se dijeron y a restringir, paralelamente, estos estériles debates a un grupo cada vez mas reducido de entendidos en el tema, como si hacer historia implicara necesariamente que el resto del mundo no pueda entender de qué carajo estás hablando.

Pero el ejemplo más sobresaliente de todo esto se observa en la estructura que adquieren las cátedras. Si uno desea comenzar un trabajo serio al interior de una, se encuentra con que no se sabe bien cómo lograrlo. Sabemos que “las puertas están abiertas”, pero no sabemos cómo, cuándo y dónde golpearlas. En caso de encontrar el cómo y el dónde, el panorama no es nada agradable: probablemente tengamos que traducir textos, ser un che-pibe durante un tiempo, y rezar para que alguna vez el Sr. Feudal-Jefe de cátedra que te dirige se decida a “apadrinarte” para que te presentes a una beca o concurso. Y el problema reside en que no podemos esperar a que una adscripción sea la que nos permita aprender a investigar, a dar un práctico, a buscar fuentes y a especializarnos. Aunque hay cátedras (que son las menos, claro) donde efectivamente existe una política interesante en este sentido, debe ser la carrera la que nos brinde esas herramientas a todos, y no a unos pocos que supieron golpear la puerta adecuada en el momento indicado. 

Todo esto se cristaliza en una forma antidemocrática de construcción y (re)producción del conocimiento. El conocimiento se construye (en el mejor de los casos, que son pocos), o meramente se transmite, desde la cúspide de la cátedra  hacia abajo, dejando relegados o por fuera de la discusión de los programas y contenidos a los ayudantes-docentes de prácticos. En el último de los escalafones, claro, los estudiantes, una suerte de vasija vacía donde se vuelca un conocimiento ya discutido y masticado, bajo la forma sólida de ladrillos y más ladrillos de apuntes. Se trata de una concepción del saber unilateral y exclusivamente academicista.

Es por todo esto que creemos que hay que avanzar en una reforma del plan de estudios y en la democratización de la carrera (de su co-gobierno y de la producción del conocimiento) que haga lugar a estas cuestiones que, creemos, no pueden seguir siendo hegemónicas en la carrera. 

Desde La Juntada pensamos que es necesario darnos todos (vos, yo, el compañero del banco de al lado, el docente) la seria tarea de comprometernos con la carrera que hemos elegido y asumir el ejercicio de reflexionar y debatir, participar, organizarnos y movilizarnos para darle un nuevo curso a esta carrera. 

La Junta y su estructura

La Junta Departamental es el órgano tripartito de gobierno para la carrera. Está compuesta por 4 profesores, 3 graduados y 3 estudiantes, y cada claustro elige a sus representantes. En el caso de estudiantes, dicha elección se da cada 2 años. Este co-gobierno, posee, a pesar de contener a todos los claustros, un carácter bastante antidemocrático debido a que el reglamento de la Junta afirma que sólo pueden votar y ser elegidos por el claustro de profesores aquellos que sean titulares, asociados o adjuntos concursados, una “especie” semi-extinta hoy en la Universidad de Buenos Aires, ya que hay una carencia casi total de concursos y muchas veces, cuando los hay, resultan instancias poco transparentes (basadas más en los contactos y afinidades político-académicas que en el mérito). Por lo tanto una gran cantidad de docentes (la mayoría de los que nos dan clases día a día en las aulas, muchos sin cobrar nada) quedan excluidos de la participación en el claustro de profesores y deben hacerlo en el de graduados, sin importar que dicten clase todos los días o sean individuos totalmente desvinculados de la UBA: ambos tienen el mismo voto en el mismo claustro.

Algunas de las funciones de la Junta son: aprobación de cátedras, programas de materias, planificación de actividades institucionales, revisión del plan de estudios, realización de concursos, organización de jornadas y congresos, etcétera. Sin embargo, las decisiones de este órgano no son resolutivas sino que están sujetas a la aprobación del Consejo Directivo, órgano aún más antidemocrático, dado que se acentúa la disparidad en la representación de los claustros. 

 ¿Qué se hizo para cambiarla?¿Cómo arrancamos el año?

En la carrera venimos de un proceso que se inició en el 2005, y significó  la posibilidad de abrir una brecha en la hegemonía política de las camarillas modernas dominantes desde el 83. Logramos desestabilizar el status quo imperante con la lucha, la movilización masiva y la discusión abierta y participativa en grandes asambleas. Pese a esto, no pudimos resolver la cuestión del gobierno de la carrera: no hubo director ni funcionamiento regular, por lo que el funcionando se limitó a media junta por varios años. Se abrieron cátedras paralelas, se renovaron parcialmente los contenidos, salieron variados seminarios pero no logramos avanzar a fondo hacia una nueva forma de gobierno de la carrera con una participación real de las mayorías de la comunidad educativa, ni tampoco en una transformación de contenidos y  estructuras del plan de estudios. Con la elección del director (Rodríguez Otero) en 2009 a mano alzada, en una asamblea de 400 estudiantes, graduados y docentes dimos comienzo a una nueva etapa con la esperanza de poder avanzar. Creemos que la decisión tomada colectivamente por aquellos tiempos fue acertada y permitió que el departamento volviese a funcionar recuperándolo como ámbito de discusión y propuesta para las distintas cuestiones relacionadas a Historia. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones del director y algunos graduados y docentes que tuvieron iniciativas interesantes, como las concurridas charlas sobre ingreso a la docencia e ingreso a la investigación, o las jornadas de debate para la reforma del plan de estudios, el proceso se estancó en estos dos años y no siguió mucho más allá de un diagnóstico de la carrera que tenemos, producto de la caída en la participación y la falta de iniciativa de los distintos sectores.

Este 2011 arrancan con la junta nuevamente empatada en un posible 5 a 5, esto plantea la posibilidad de retroceder dejando la dirección de la carrera en manos de los sectores más conservadores representados por la mayoría de profesores, o animarnos a debatir, qué carrera queremos, qué conocimiento se produce y para quién, qué profesores de historia forma nuestra universidad.

Vamos por un nuevo proceso asambleario donde se discutan proyectos y no sólo candidatos. Tenemos que impulsar con toda la fuerza desde el claustro estudiantil, junto con todos graduados y profesores que se sumen, una nueva elección de director a mano alzada con un programa que condicione dicho cargo. Esto nos planteara un mejor escenario para transformar nuestra carrera y profundizar la democratización en la toma de decisiones.

 ¿El ANFHE?

El año pasado nos enteramos que las autoridades de la facultad vienen participando de las reuniones del ANFHE (Asociación Nacional de Facultades de Humanidades y Educación) donde se están discutiendo las autoevaluaciones de los profesorados de Letras, Geografía e Historia. Este dato nos preocupa por varias razones, entre ellas porque hasta que dicha información circuló de boca en boca, de volante en volante, la gestión no había dicho ni una palabra acerca de su participación de estas reuniones (y nada y nada menos que la vicedecana figura entre las autoridades del ANFHE). Entonces nos preguntamos ¿por qué no se puso en discusión entre los miembros de la comunidad académica de nuestra carrera si se participaba o no del ANFHE? ¿por qué los estudiantes no podemos participar y llevar nuestra posición a dichos encuentros? Pero como somos intelectuales críticos en formación –y además somos un tanto desconfiados- nos seguimos haciendo preguntas y decimos ¿autoevaluarnos para qué? Si la respuesta y verdadera intención de estas reuniones es acreditar nuestros profesorados a organismos de evaluación externa como la CONEAU (que ya sabemos, ha aplicado desde su creación pautas de eficiencia mercantilista, lejos del conocimiento acorde a las necesidades del pueblo), desde La Juntada daremos una fuerte disputa por frenarla. Si somos muchos, nuestras voces se escucharán más fuerte, sumate vamos a consejo a que se pronuncien contra la acreditación!
No queremos a la CONEAU en filo, no la queremos en historia1 Queremos formarnos como profesores comprometidos con la realidad, decididos a aportar desde nuestro rol a transformarla.

Exclusivo para Ingresantes
¿¿¿¿Qué materia curso????

Si es tu primer año, aquí van algunas recomendaciones para organizar tu primera cursada:
Es obligatorio cursar Historia Social General. Hay varias cátedras para elegir, pero todas son bastantes heavies en cuanto a la bibliografía. Tratá de hacerla en el primer cuatrimestre de cursada. Junto a ella es conveniente hacer materias del primer tramo de optativas que son:

Dos materias a elegir entre: economía para historiadores, sociología para historiadores, antropología sistemática y geografía histórica.

Dos materias a elegir entre: historia de la ciencia y la técnica, Historia de los sistemas políticos, de los sistemas económicos, e historia de la colonización y la descolonización (éstas quizás pueden quedar para el segundo cuatrimestre o el año que viene).

Junto a HSG conviene hacer Economía que es tranqui (prácticos cursar con Glavich o Sartelli, los teóricos de Katz son muy buenos). Sino podés hacer Sistemática I (de Antropologia) en la que hay muchas cátedras para elegir (preguntarle a nuestros compañeros de Caracol Insurgente- La Juntada en Antropo- Mayoría en Junta de Antropologia) o Geografía es muy pero muy rara, porque despierta amores y odios (en realidad la cursa muy poca gente, pero si te interesa la demografía y la historia agraria argentina te la recomendamos).

No la hagas con HSG, pero no dejes de hacer, Colo y Descolo. Es larga pero muy buena. Versa sobre la historia de África e India desde el 1500 al 1960, continentes que no volverás a ver a lo largo de la carrera, como si ciertos pueblos, para nuestro actual plan, no tuvieran historia. También recomendamos, en caso que te interese el tema, que a la hora de optar por una de las cátedras de Historia de los Sistemas económicos, hagas la cátedra “A”, con teóricos de Octavio Colombo, que, además, ahora es de Promoción Directa, al igual que Sociología, siendo, ambas buenas materias para tener nociones generales.
 

Otros datos para tener en cuenta:
  • Hay algunas materias que son con final obligatorio y otras que son de promoción directa (PD). Prestá atención a la hora de decidirte por una o por otra ya que las PD implican una mayor lectura durante la cursada a diferencia de las que tienen finales obligatorios.
  • Es muy jodido, salvo que casi no tengas vida, hacer mas de tres materias por cuatrimestre. Tené en cuenta que son largas y la mayoría con final obligatorio (y está bueno no colgarlos!!) Dos materias y un idioma salen como piña.
  • Las materias I (Antigua, Argentina, América) es mejor hacerlas más adelante, ya que pueden requerir de ciertos conceptos y análisis que las materias introductorias nos brindan.
  • A los prácticos te anotás (generalmente) en el primer teórico, donde suelen decirte, además, qué docente está en cada horario.
  • No dudés en preguntar que diferencias hay entre las distintas cátedras (hay materias con varias paralelas). Podes consultarnos, o ir a publicaciones y ver los programas.
  • América I ahora es PD!!
  • Historiografía se desdobló y se dictará los dos cuatrimestres
  • Hay dos Problemas de Historia Argentina (del tramo final) una de Salas y otra de Izquierdo. Son altamente recomendables.
  • Cualquier duda y/o consulta acercate a quien te dio este volante o a la mesa de quienes formamos La Juntada (Los necios, Un solo Grito, Plan B, Socialismo Libertario y Colectivo de Izquierda)
    CHARLA PARA INGRESANTES A LA CARRERA: 30 DE MARZO A LAS 19 HS. EN EL LOCAL DEL PATIO.
    lajuntadaenhistoria.blogspot.com
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