Hace unos días ya que en Filo estamos atravesando una segunda etapa, que es la de debatir colectivamente en los cursos, en las asambleas y en las comisiones qué táctica nos damos para la resolución del conflicto. Creemos que, para esto, es fundamental que todos participemos, que demos el debate desde el punto de vista de cada uno; todas las posturas son válidas, lo importante es discutirlas colectivamente, enriqueciendo así nuestra práctica política como movimiento estudiantil.
En las últimas asambleas (y especialmente en la del martes pasado) el debate ha estado puesto sobre en qué condiciones se llega al Consejo Directivo, que es el órgano que gobierna la facultad y el que, en definitiva, sancionará -o no- lo que pedimos. Una postura sostiene la necesidad de contar con un acta acuerdo firmada por el decano en la que se comprometa a votar en el Consejo lo que exigimos. Otra postura, que desde La Juntada defendemos, sostiene que hay que ir a la sesión extraordinaria de Consejo Directivo convocada por la gestión y los modernos (exigiendo, claro está, que esta sesión sea realmente pública: en la 108 y a un horario no laboral), haya acta acuerdo previa o no. Y es que, como ya lo hemos expresado, un acta acuerdo no vale nada en este contexto. Un acta acuerdo se rompe, un compromiso se “olvida”… una resolución de Consejo Directivo, legisla. Y en el caso de que los consejeros profesores y/o graduados voten en contra (cosa que puede pasar con acta acuerdo o sin), lo único que provocan es que nuestros reclamos y las medidas que nos damos para conseguirlos crezcan en legitimidad.
¿Para qué perder el tiempo, dilatar el conflicto, seguir desgastándonos en la toma de la facultad a la espera eterna de una firma que no vale nada y que no va a llegar? Mucho se ha dicho a este respecto. El principal argumento consiste en que “no podemos llegar con las manos vacías a un ámbito antidemocrático como el Consejo Directivo, en el que los estudiantes sólo contamos con cuatro votos sobre un total de dieciséis”. Antes que nada nos gustaría expresar nuestro contento con que se esté debatiendo en torno a la democratización de nuestros órganos de cogobierno, algo que siempre hemos impulsado desde La Juntada. Creemos necesaria y urgente la democratización de los mismos, para que las decisiones en nuestras carreras, nuestra facultad y en la universidad sean tomadas de forma realmente democrática.
Sin embargo, y volviendo a lo anterior, creemos que está claro que en este caso la decisión no pasa por la conformación del Consejo. Decir que no podemos llegar con las manos vacías a esa instancia es, en parte, no tener en cuenta la fuerza que el movimiento ha ido acumulando en estos días. Se cree, erróneamente, que lo que va a definir la disputa son los votos, cuando en realidad lo que prima en estas circunstancias es la correlación de fuerzas, que claramente está todavía de nuestro lado. Un acta acuerdo sería un triunfo si esta lucha estuviese sostenida por unos pocos. Pero considerando que somos miles los estudiantes que venimos debatiendo, organizándonos y sosteniendo la toma hace más de quince días, creemos que estamos en condiciones de ir por más: una resolución de Consejo Directivo (que además compromete a todos los sectores políticos de la facultad y no sólo a una persona), en la que se estipule la conformación de una comisión cuatripartita (con la representación del Centro de Estudiantes, las gremiales docente y no-docente y la gestión, tal como lo ha planteado la masiva asamblea docente) para el seguimiento de la construcción del nuevo edificio, el cual se debe planear en base al proyecto de la Comisión por el Presupuesto. Esto es lo que hemos mocionado desde La Juntada, algunas veces acompañados, otras solos, en las últimas tres asambleas estudiantiles.
Hoy la fuerza está del lado de la asamblea, de los estudiantes organizados que luchamos en defensa de la educación pública. Tender a la institucionalización del conflicto, como se ha dicho a propósito de nuestra propuesta, no es otra cosa que creer que esto se define por votos en el Consejo. Lo que venimos sosteniendo desde La Juntada apunta a quebrar esa institucionalidad que hoy nos deja a los estudiantes en minoría. Es tener en claro que la cantidad de butacas que hoy ocupa cada sector es irrisoria, ya que lo que definirá nuestra victoria en ese ámbito es la lucha y la organización.
Y esto que decimos no es nuevo, sino que es demostrable en muchas ocasiones. ¿O acaso creemos que Aliaga en Exactas se moría de ganas de votar contra su propio proyecto de acreditar las carreras a la CONEAU? No. Lo que definió esa situación no fue el voto de los consejeros estudiantiles (que son cuatro, al igual que en Filo, al igual que en todas las facultades de la UBA), sino la fuerza del movimiento, el peso y la legitimidad de un proceso construido desde las bases y en la cotidiana, muy parecido al nuestro hoy. O quizás pensamos que Trinchero y los modernos estaban deseosos de abrir cátedras paralelas… ¿Le habrá pedido Romero a sus representantes en el Consejo que voten a favor de la apertura de la paralela Historia Social general para democratizar el conocimiento? No suena muy propio de él… Y los representantes estudiantiles no nos multiplicamos cada vez que se vota el otorgamiento de becas. Es claro que el resultado de todas estas victorias se debe más a la movilización de cientos de estudiantes que a un conteo de votos, un acta acuerdo o una negociación.
Por otra parte, mucho se ha hablado en estos días de mezquindades, irresponsabilidades y “porotos”. No queremos terminar sin aclarar que desde La Juntada sostenemos la necesidad de ir a Consejo no porque los que nos sentamos ahí somos nosotros (si fuese por eso no estaríamos proponiendo que nos acompañe una comisión ni tampoco el no tomar ninguna decisión sin que sea definida por la asamblea con mandatos para la comisión y los consejeros), sino porque creemos que es la única forma de ganar, el resto de las vías sólo apuntan al desgaste. Lo mezquino en este caso sería echar por la borda este gran movimiento estudiantil que en Filo se ha puesto hoy de pie. Lo mezquino sería permitir que este proceso se agote, se desgaste, sin obtener de todo esto un saldo organizativo acorde a la pelea que venimos dando. Salgamos fortalecidos, no sólo con una victoria a nuestro favor sino también con un nivel de organización que nos permita seguir luchando por la universidad que queremos. Formemos un cuerpo de delegados que nos permita llevar el debate a cada uno de los cursos, para hacer de éste un proceso masivo y aún más legítimo. Por si todavía quedan dudas: no queremos autorrepresentarnos! Es justamente con esas lógicas con las que intentamos romper, por eso una vez electos trabajamos fuimos a los cursos, convocamos a un plenario abierto de los consejeros y este año, una vez que asumimos, convocamos a reuniones abiertas mensuales para crear proyectos y propuestas (y oponernos a otros) partiendo de las necesidades del claustro estudiantil y no exclusivamente de quienes ahí nos sentamos.
Y si de irresponsabilidades se tratara, como nos acusa un comunicado difundido por Puan Para Qué, diremos que lo más irresponsable que como estudiante se puede hacer es avalar y apoyar las políticas de un rector que procesa estudiantes, acepta fondos de La Alumbrera, pretende acreditar carreras a la CONEAU… un rector que nos reprime, que nos silencia y que basa su política hacia la universidad en el ahogo presupuestario. Eso es ser irresponsable: que la gente de Puan Para Qué - Franja Morada no se olvide de que “aunque la mona se vista de seda, mona queda”.
Participá de la próxima asamblea estudiantil este viernes a las 19:30 hs!
2 comentarios:
Chicos en q hs qda al final abierto el cefyl? extienden la franja horaria q venían teniendo o no?
En la asamblea de hoy martes 28 se anunciará el funcionamiento ampliado.
saludos.
Publicar un comentario