viernes, 17 de septiembre de 2010

ORGANIZAR Y LUCHAR PARA VENCER - o cómo ganar un edificio para todos y todas

A nueve días de la toma de la facultad, la lucha se fortalece minuto a minuto con la multiplicación de nuevas comisiones, clases públicas y asambleas masivas. Una clara manifestación de nuestros contundentes avances resulta en el giro de la gestión de nuestra facultad que, en sólo dos días (y asamblea histórica mediante) pasó de ningunear las reivindicaciones de los estudiantes e intentar fragmentar nuestra lucha a tener que reconocer las mismas, llamando por medio de otro comunicado a discutir en el Consejo Directivo de la Facultad el pliego de reivindicaciones que elaboramos colectivamente.

Hoy estamos, sin duda alguna, en una situación inmejorable que debemos saber aprovechar y desarrollar como lo vinimos haciendo hasta el momento, en unidad y con objetivos claros: que el nuevo edificio sea para todos y todas!

Tanto en la Asamblea pasada como en los días venideros uno de los ejes principales de discusión  ha sido el de la táctica que nos damos para alcanzar nuestro objetivo. Porque como hemos sostenido en reiteradas ocasiones, no se trata de llevar adelante las luchas tan solo para decir que luchamos, sino de ganarlas. En este mismo sentido, fue que desde La Juntada planteamos en la asamblea del día miércoles, una perspectiva para dar cauce a nuestras demandas: asistir masivamente a la Sesión Extraordinaria de Consejo Directivo  para exigir, y hacer oír, nuestras reivindicaciones en torno al nuevo edificio. 

Pero que algo quede en claro: nuestra propuesta de participar en la sesión de Consejo Directivo lejos está de apuntar a “institucionalizar el conflicto” como se ha dicho. Desde La Juntada sabemos (y lo vivimos en carne propia desde principio de año) lo antidemocrático de nuestro órgano de co-gobierno. No pensamos que los 4 consejeros estudiantiles puedan ganar la batalla. La fuerza del movimiento está en la asamblea, en la participación, en los miles que hemos pasado por Filo en estos días. El Consejo Directivo representa la instancia formal  en donde resolver a nuestro favor el conflicto, pero es claro que nuestra victoria allí solo es posible de pensar como resultado de la lucha cotidiana que venimos dando todos los estudiantes y solo será posible en el marco de una movilización estudiantil masiva para exigir que se cumplan nuestros reclamos. La consigna de “no-autorrepresentación” que venimos sosteniendo desde el Consejo Directivo no es por el vicio de la participación por la participación misma, sino porque tenemos en claro que con esta conformación antidemocrática las cosas se ganan peleando, las cosas se ganan movilizando, se ganan demostrando que cuando nos organizamos, somos más fuertes que cualquier decano.

Teniendo en cuenta el grado de movilización en el que nos encontramos hoy los estudiantes de filo, y la legitimidad incuestionable de nuestra lucha, consideramos improbable que el Consejo Directivo pueda jactarse nuevamente de su carácter antidemocrático y desconocer nuestro reclamo; sino más bien, responder a la correlación de fuerzas favorable que hemos sabido construir entre todos, por fuera del marco institucional.  

Para nosotros esta es una oportunidad para imponer la representación estudiantil en los antidemocráticos órganos de gobierno, poniendo en taxativa tensión las instancias institucionales de decisión con las de base; de alguna manera, instalar la asamblea estudiantil en el espacio del Consejo Directivo, poniendo en cuestión sus propios criterios de mayoría: los estudiantes movilizados somos la mayoría, exigiendo que se expidan  pública y oficialmente para quiénes, cómo y cuándo se va realizar el nuevo edificio. Convirtiendo nuestra lucha en una victoria.

¿Por qué consideramos más conveniente tácticamente movilizar a Consejo Directivo y exigir ahí que se cumplan nuestras reivindicaciones, antes que en cualquier otro tipo de instancia de negociación? Un acta acuerdo se rompe en cualquier momento si una de las partes así lo decide, un compromiso se olvida, la experiencia nos ha demostrado que la palabra de las autoridades vale muy poco. Una resolución de Consejo Directivo, en cambio, cuenta con una legalidad en el plano de lo formal.

El caso de Exactas echa luz sobre cómo es posible subvertir la composición antidemocrática de los órganos de co-gobierno cuando los estudiantes nos organizamos, nos movilizamos y logramos construir un reclamo desde abajo. Fue en una sesión extraordinaria de Consejo Directivo, ante cientos de estudiantes en el aula magna de la facultad, que se frenó a la CONEAU, significando el triunfo más importante del movimiento estudiantil en años. Fue en una sesión de Consejo Directivo también (y con la facultad tomada), que en 2008 conseguimos, acá en Filo, las famosas tres aulas, que hoy nada representan en comparación con la posibilidad de conseguir un edificio que mejore taxativamente las condiciones de cursada de todos los estudiantes. 

Lograr que el Consejo Directivo apruebe nuestro proyecto no es la única lucha; la triplicación del presupuesto de la UBA y la Democratización son victorias que faltan. Pero debemos tener un horizonte claro, un mojón en este proceso que explique a toda la comunidad educativa cual es muestra demanda y como la hacemos efectiva. Además debemos golpear junto con los docentes y no-docentes cuyas gremiales de filo se han pronunciado en la misma dirección.

En definitiva, planteamos la necesidad de ser reflexivos en torno a nuestra formas de lucha e intervención como movimiento estudiantil para no quedar entrampados en discursos rimbombantes que pueden sonar como de alto voltaje supuestamente “revolucionario”, pero que en la práctica son incapaces de producir una política de transformación concreta de la realidad que se materialice en conquistas para todos los estudiantes, corriendo el peligro de volver la asamblea en una tribuna de discursos y despliegue de habilidades retóricas y no una herramienta de lucha y avance del movimiento.

Estamos ante posibilidades reales y tangibles de ganar una partida importantísima para los y las estudiantes de Filo y para el movimiento estudiantil en general.

Ahora es cuando. No hay lugar para mezquindades ni egoísmos a las que a veces nos mal acostumbramos. Este conflicto no es de ninguna fuerza política; este conflicto es de todos los estudiantes, y no solo de filo: nuestro triunfo puede redundar en un aliciente más, en un grito de esperanza y de confianza para la lucha estudiantil en curso, para este Estudiantazo que crece día a día. Si priorizamos la unidad efectiva tenemos todas las de ganar. Ladren lo que ladren los demás.


1 comentario:

noelia dijo...

hola compañeros...hoy se realizó la Asamblea...quisiera saber (porque no pude estar presente) que medidas se analizaron y lo más importante ,si la toma de la facultad de filo sigue y cuando sería la proxima Asamblea.gracias