jueves, 10 de mayo de 2012

1er boletín de La 262 - La Juntada en Geografía


¿Quiénes somos?

Somos compañerxs estudiantes de geografía que nos proponemos pensar una nueva geografía, una geografía liberadora, que busque participar y aportar constantemente a las luchas enmancipatorias de nuestro pueblo. Hace un tiempo ya que venimos pensando y trabajando en la facultad y particularmente en geografía, así como también participamos en otros espacios en los que sentimos que tenemos mucho para decir en tanto geógrafxs en formación, es por esto que pensamos este espacio, el de La 262, con el fin de buscar nuevas formas de intervención en nuestra carrera. Nos sentimos parte de la izquierda independiente y nos apoyamos en la construcción que venimos haciendo en la Universidad como parte de La Juntada.

¿Por qué somos parte de la izquierda independiente?

Para nosotrxs ser parte de la izquierda independiente significa ser parte de una izquierda nueva, de una izquierda nuestroamericana que es consciente del suelo que pisa y que desde allí construye sus ideas, crea y recrea sus conceptos, milita su praxis. Sostenemos que la construcción de un proyecto enmancipatorio, antiimperialista, anticapitalista, antipatriarcal y por el socialismo- pasa fundamentalmente por la construcción de Poder Popular. Pensamos que no se trata de enseñar al pueblo fórmulas o recetas de cómo y qué hacer, sino de aprender juntxs, con los que protagonizaron y protagonizaremos los grandes cambios de nuestra sociedad. Por eso estamos convencidxs de la importancia de las prácticas prefigurativas, surgidas al calor de la construcción de Poder Popular, que permiten comenzar a establecer los lazos de una nueva sociabilidad posible aquí y ahora, sin negar la necesidad de una transformación radical de lo existente. 

Es por esto que consideramos que lxs estudiantes debemos unirnos con las otras experiencias de lucha de nuestro pueblo. La necesidad de juntarnos, de unir luchas, de superar la fragmentación, constituye un elemento central de nuestro espacio político, apostando a la coordinación y articulación en la práctica que supere la vieja idea de unidad como algo circunstancial y provisorio. Apostamos a la construcción de herramientas políticas que terminen con todo tipo de opresión. 
No tenemos recetas mágicas ni somos portadores de la verdad revelada, pero este mundo nos duele y por eso comprometemos nuestras vidas en su transformación.
¿Y desde la geografía?

Como estudiantes de Geografía creemos firmemente que nuestra disciplina debe estar al servicio de las luchas de nuestro pueblo por su emancipacion. Tal como dice Milton Santos: “Una ciencia digna de tal nombre debe preocuparse por el futuro. Una ciencia del hombre debe cuidar del futuro no como un simple ejercicio académico, sino para dominarlo. Debe intentar dominar el futuro para el Hombre, es decir, para todos los hombres y no sólo para un pequeño número de ellos [...] La Geografía, tantas veces al servicio de la dominación, tiene que sufrir urgentemente una reformulación para ser lo que siempre quiso ser: una ciencia del hombre.”

Creemos que en tanto futurxs geógrafxs debemos adoptar una postura crítica y ser conscientes que nuestras prácticas tanto como investigadorxs y trabajadorxs de la geografía así como trabajadorxs de la educación deben responder a las necesidades del pueblo y a su liberación, enterrando para siempre a la geografía como instrumento de legitimación de la dominación, el saqueo y la opresión en todas sus formas. Entendemos que ponernos al servicio del pueblo no significa adoptar una posición academicista desde donde le daremos respuestas cerradas o recetas mágicas, sino que debemos  participar codo a codo de la construcción, a través de la lucha cotidiana, de nuevos idearios de territorios, espacios y soberanías. Creemos que debemos poner las herramientas propias de nuestra disciplina en función de enriquecer las luchas y aportar a la construcción de Poder Popular, mientras repensamos estas herramientas: esto será lo que realmente nos permitará construir una nueva geografía.

Creemos, a su vez, que es necesario entender que la geografía no se construye sólo en la universidad, y es por esto que sostenemos que como estudiantes debemos “salir” de la universidad, pero no con la lógica de llevar la universidad a otros espacios, sino como ya hemos dicho, para construir en conjunto con el pueblo una nueva geografía. Las luchas populares que han surgido en los últimos años nos han demostrado que los nuevos  saberes y visiones no se construyen sólo en los ámbitos académicos, nos han presentando nuevas conceptualizaciones y visiones que surgen al calor de las luchas – como los conceptos de Bienes Comunes, en lugar de recursos, la Ecología Política o la Soberanía Popular- . Nosotrxs no podemos mirar para otro lado, sino que debemos ser parte de esta nueva construcción de conocimiento que atienda directamente a las necesidades propias del pueblo, e intentar aportar, nuevas herramientas.

Pensando nuestra carrera…

No nos olvidamos que en tanto estudiantes intervenimos en lugares concretos y hay discusiones propias que debemos llevar a cabo dentro de la universidad. Por ello es que vemos como central participar de las discusiones que atañen a nuestra formación y a  nuestra carrera, como es la discusión sobre la acreditación de nuestros profesorados, que va mucho mas allá de una modificación del plan de estudios ya que se mete de lleno en la discusión de que “perfil” de geografxs queremos y por lo tanto de qué geografía se va a pensar desde la universidad y desde los ámbitos académicos. No podemos ceder ni un paso en estas cuestiones centrales, no debemos permitir que desde organismos antidemocráticos -donde se intenta constantemente apartar a lxs estudiantes y a otrxs integrantes de la comunidad académica de las discusiones-  se avance sobre nuestras carreras y por lo tanto por sobre nuestras disciplinas. Debemos tener siempre presente la pregunta de para qué, para quién y sobre todo con quién nos interesa construir geografía.

Repensando la soberanía

En los últimos meses hemos visto como se ha instalado en la sociedad la discusión sobre la soberanía nacional a partir del cumplimiento de los 30 años de la Guerra de Malvinas y las provocaciones del decadente imperio Inglés en los territorios del Atlántico Sur. Así es que ha tomado fuerza el legítimo reclamo de la Argentina sobre las islas. Los debates que han surgido a partir de la discusión de la soberanía nos interpelan a todxs lxs que día a día intentamos construir un proyecto emancipador. Desde nuestro espacio político, consideramos que la lucha por la recuperación de las Malvinas es un aspecto importante de la lucha por el cambio social en nuestro país, pero creemos que la recuperación de la soberanía nacional no es posible sin una política que permita avanzar en la construcción de una soberanía popular integral. Entendemos la necesidad de un país soberano en toda su extensión y profundidad, donde no sean las multinacionales las que decidan sobre el destino de nuestras riquezas, arruinando nuestra agua, nuestros suelos y nuestras vidas.

Sabemos que desde la conformación de los Estados Nacionales la soberanía fue bandera de las campañas militares y significaba, a su vez, el poder de las clases dominantes sobre los pueblos y los territorios, pero ésta no es la soberanía que nosotrxs intentamos construir. 

Las luchas del pueblo por la autodeterminación implican la soberanía alimentaria: decidir como pueblo qué, cómo y para quién producir; la soberanía educativa para que decidamos qué conocimientos queremos producir, enseñar y aprender y cómo; la soberanía política, para que las decisiones se tomen en función de las necesidades del pueblo; la soberanía económica para que el desarrollo material sea en función de y para el pueblo; la soberanía sobre nuestros cuerpos, para que nadie nos imponga mandatos ni estereotipos, la soberanía sobre nuestros territorios para que ni las bases militares, ni los agronegocios ni las megamineras decidan sobre nuestras tierras y bienes comunes. En definitiva, queremos recuperar como pueblo la capacidad para decidir sobre nuestros destinos.

La megaminería y las luchas por el territorio

La megaminería no sólo nos afecta por la contaminación del agua y por el saqueo de nuestros recursos. Los pueblos no luchan sólo por el saqueo de sus recursos o porque les gusta una montaña que desaparecerá por el proceso de extracción minera. Los pueblos luchan por una territorialidad, por su territorio y lo defienden ante el avance de la nueva geografía de la expropiación instaurada por el capitalismo global. Esta nueva etapa del capitalismo -donde se intenta producir el espacio ya habitado, colonizar los territorios con la lógica de la competitividad en nuevos espacios globales donde ya no importan las relaciones de vecindad, dónde se impone lo global por sobre lo local. Este proceso de expropiación opera mediante la desarticulación de las cadenas locales de valor y su rearticulación como fragmentos económicamente subordinados y tecnológicamente dependientes de las cadenas de valor mundializada. Esta desintegración de los espacios locales involucra una expropiación de la diversidad territorial, económica, ecológica y sociocultural de los lugares, subordinando las estrategias de vida de las poblaciones locales a la actividad global.

El geógrafo Milton Santos en el libro “Metamorfosis del Espacio Habitado”, presenta el concepto de alienación territorial reprensentando la producción colonial de identidades. En esta producción de identidades se intentan crear nuevas subjetividades e identidades colectivas, intentando crear la conciencia práctica de que “todxs vivimos de la minería”, por lo tanto somos “un pueblo minero”. Los pueblos se niegan a aceptar este destino y pugnan día a día por abrir los territorios hacia otras identidades posibles constituyéndose en nuevos espacios de subjetivación. Aquí vemos como en realidad en esta lucha se constituye la tensión de dos territoriales en pugna.  El conflicto surge de formas contradictorias de comprender, vivir y producir el espacio habitado.

¡Organicémonos para luchar por el boleto educativo!

A lo largo de nuestra carrera estudiamos como fueron variando las políticas respecto al transporte en Buenos Aires. Hemos visto como se ha priorizado la construcción de infraestructura –elemento fundamental en una red de transporte- en beneficio del transporte privado individual y en detrimento de los modos de transporte públicos de acceso masivo. Estudiamos los impactos que tienen sobre los transportes las privatizaciones menemistas y el desmantelamiento de la red ferroviaria nacional. Pero nosotrxs no necesitamos estudiar todo esto para saber cómo se viaja día a día, lo vivimos cada vez que nos subimos al tren o al bondi para venir a la facu o para ir a trabajar, cada vez que tenemos que pagar $2,50 para viajar en subte.

A su vez, a lo largo de la carrera estudiamos la importancia del transporte como elemento articulador del territorio. Vemos a la movilidad como un derecho enmarcado en un conjunto de otros derechos sociales como puede ser el acceso a la ciudad y como un derecho que nos permite el ejercicio de otros derechos, dentro de los cuales se encuentra el acceso a la salud y a la educación.
Sabemos como geógrafxs cuan importante es el transporte, es por esto que debemos luchar por un sistema público de transporte, seguro, donde no tengamos que poner en riesgo nuestras vidas para poder ir a trabajar o a estudiar, necesitamos un sistema de transporte eficiente en manos del Estado, y que éste garantice la seguridad y calidad de los mismos. Debemos plantarnos frente al tarifazo, ya que esto impacta directamente en el bolsillo de lxs trabajadorxs, negándole el derecho a la ciudad y a la movilidad con todo lo que ello implica. La defensa del derecho a la educación publica gratuita y universal también incluye -entre otras cosas- el derecho a un boleto educativo, y por esto nos tenemos que unir con lxs estudiantes secundarios y terciarios, los docentes de todos los niveles y los trabajadores de los transportes para conseguirlo.

Te invitamos a firmar el petitorio por el boleto educativo para estudiantes y trabajadorxs de todos los niveles, que desde las agrupaciones que participamos de La Juntada impulsamos como Presidencia de la Federación Universitaria de Buenos Aires.

Además… te invitamos a participar de la:
MANIFESTACIÓN CULTURAL
Imágenes integradas 1
“Mucho bondi por el Boleto Educativo”
(…calentando los motores para la marcha nacional del 18 de mayo…)
¿Cuándo? Viernes 11 de mayo
¿A qué hora? A partir de las 19
¿Dónde che? En algún lugar de Filo (seguramente el tiopa...)
¿Y que va a pasar? Mural “colectivo” // Cumbias para la dama, trovas para el caballero // Producción fordiana "des-alienada" de trapos y carteles para la marcha por el boleto educativo//Esténciles para todos/as (¡Trae tu remera vieja, viejo!) // Bebidas y comidas amigables.

La geografía será antipatriarcal o no será geografía

 “La geografia del género está interesada en el estudio de las desigualdades socioespaciales-ambientales derivadas de los diferentes roles asignados por la sociedad a hombres y mujeres. Las relaciones de género y las relaciones de poder penetran en todos los rincones de la vida social, por lo que ignorarlas empobrece el análisis como lo empobreceria el ignorar las desigualdades de clase o las basadas en diferencias de raza. (…) El análisis de género tiene capacidad potencial para aportar nuevos enfoques y nuevos conceptos a la geografía humana y a la geografía social, sobre todo desde la perspectiva de una geografia “comprometida”, es decir, comprometida con el cambio social.” (María Dolors García Ramón, en “Género, espacio y entorno”)

Frecuentemente escuchamos hablar sobre las nuevas corrientes en geografía, que impulsan visiones críticas y nuevos paradigmas para encarar nuestra disciplina. Sin embargo, es muy poco (por no decir nada...) lo que nos llega en la práctica en el transcurso de nuestra carrera. Una de estas nuevas vertientes es la “geografía del género”, es decir, pensar los géneros como un elemento articulador transversal en la geografía, que estudie, por ejemplo, la apropiación del espacio de todxs lxs actores sociales, su inserción en el mercado laboral, en los ámbitos urbanos y rurales, su relación con el medio ambiente, entre otras tantas variables.
Entendemos que para alcanzar un verdadero cambio social es necesario enterrar el machismo y el patriarcado y acabar con todo tipo de opresión de nuestra sociedad y obtener una real soberanía sobre nuestros cuerpos. Creemos firmemente que la geografía tiene mucho para aportar en esa búsqueda de emancipación. ¿Te interesa averiguar de qué se trata?
Escribinos, se viene un taller para comenzar a investigar la geografía del género... ¡que no te lo cuenten!

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