miércoles, 14 de abril de 2010

Hay que ver las cosas en filo, hay que ver el edificio que hay…



Arrancó el año en Filosofía y letras y los cambios en la facultad no son muchos: no hay aulas nuevas, no hay cátedras nuevas, no hay pintura nueva, no hay nada nuevo. Y sí, no hay nada nuevo a pesar de que cientos de compañeros y compañeras estén cursando afuera del aula producto de la falta de espacios en la facultad. Este paisaje, que se vuelve a repetir este año, nos ha encontrado a todos y todas, no solo en los pasillos mirando desde lejos al docente, sino en un estado de alarmante precariedad ya que a estos casos de hacinamiento se le han sumado accidentes que ponen en evidencia el estado calamitoso de las condiciones de cursada de los estudiantes y el peligro que corremos.

Las tres nuevas aulas que la gestiòn trincherista había anunciado con bombo y cartel en el patio están tardando mucho más de la cuenta – recordemos que esas aulas se habían prometido en el 2008 – y no parecen poder llegar a dar una solución al problema de la cursada desde los pasillos. Sumado a esto hay cátedras que en maniobras por querer adaptarse a esta situación le han querido poner cupos a la cursada – como didáctica general – a fin de no tener que enfrentar este problema que padece toda la facultad (¿si no lo ven, no existe?).  Sin embargo, estudiantes y docentes de América I no quisieron aceptar esta situación y se organizaron, frente a la acotada capacidad del aula, para pedir un cambio de la misma.

No solo esto: Filo tiene 5 pisos – quien suba por el ascensor los puede ver – de los cuales 2 están abnegados – quien suba por escalera puede ver los barrotes - a los estudiantes con la particularidad de que 1 piso entero (el  quinto) está dedicado a la utilización del laboratorio de idiomas siendo este la  fuente de generación de recursos propio de la facultad. Esta dedicación exclusiva de un piso privado  produce que el espacio de la facultad se reduzca a 3/5 de su capacidad  pero, si a eso le sumamos que hay un estacionamiento que no es puesto a disposición de resolver este problema al igual que el edificio continuo a Puan 480, el problema es aún mayor.
 
Y más allá de las cuentas matemáticas, lo que se pone en evidencia es la falta de recursos que tiene la facultad y lo exiguo que es el presupuesto para satisfacer estas necesidades. Sumado a esto la generación de recursos propios tiene un destino más que dudoso y no son, para nada, una respuesta al problema de la cursada ya que, no solo no cuestiona el rol del estado en la educación pública y la necesidad de su financiamiento, sino que retroalimenta dicha situación a partir del aumento de espacios a dichos fines. 

Esta situación que privilegia los negocios por encima de las condiciones de cursada termina generando como “solución” al problema que cientos y cientos de compañeros y compañeras dejen las cursadas a fin de no tener que presenciar una clase a la distancia, sin entender mucho y totalmente incomodo; a que las cátedras paralelas sean esgrimidas por la gestión como un elemento más que complicaría la cursada de demás compañeros,  etc.

Es por esto que necesitamos organizarnos para lograr condiciones dignas de cursada y porque no podemos conformarnos con que otros y otras estudiantes dejen de cursar a fin de poder sentarnos nosotros, porque depende de nosotros y nosotras, es que te invitamos a participar de la próxima asamblea del centro de estudiantes el día jueves 15 a las 18.30 hs.

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